Estamos en el momento adecuado para comer las castañas y si eres un apasionado de este particular fruto no te puedes per al grande Luigi Fenaroli.
Este artículo va dirigido a los amantes de las castañas. Por ello te presento a Luigi Fenaroli, agrónomo y botánico italiano que agrupó las castañas en tres categorías principales: castaña europea, castaña china y castaña japonesa, aunque se conocen hasta 10 especies más.
Fue una figura de referencia en los años 1968 hasta 1974, dirigiendo el Instituto Experimental de Manejo Forestal y Alpicultura de Trento. Son muchas las obras que escribió que hablan del fantástico mundo de las castañas, siendo especialmente importantes El Castaño, escrito en 1946, y Las castañas, escrito en 1941 y en el que hace una lista de los aspectos alimenticios y económicos de cada una de las especies de castañas.
¿Listos para descubrir las propiedades benéficas y los valores nutricionales de los que habla Luigi Fenaroli?
Fue un famoso agrónomo y botánico italiano conocido por haber realizado numerosas expediciones científicas para la Real Sociedad Geográfica Italiana, expediciones que lo llevaron hasta Angola y el Amazonas.
En 1946 se le encargó la dirección de la Estación Experimental de Maiscultura, dentro de la que llevó a cabo un experimento con híbrido americanos, introducidos en Italia después de la Segunda Guerra Mundial.
De 1968 a 1974 dirigió el Instituto Experimental de Manejo Forestal y Alpicultura de Trento.
De entre las muchas obras que publicó sobre las castañas podemos destacar El Castaño, escrita en 1946, y Las castañas, escrita en 1941, haciendo una lista de los aspectos económicos y alimenticios de las diferentes especies de castañas.
Habla de cuánto sea importante este fruto para los habitantes de las montañas, aunque es un alimento consumido en todas partes de Italia.
Habla de cómo es un alimento de base amilácea y azucarada rico en grasas y lo compara con la harina de trigo, llegando a afirmar que es un óptimo alimento dentro de la dieta de cualquier ser humano.
El valor
Su valor nutricional deriva de su composición química, que cambian según la especie.
Las castañas se componen de:
- 8% de tegumento
- 40% de agua
- 25% de almidón
- 19% de azúcar
- 8% de grasa
- 3% de celulosa
De todos estos componentes, el 45% es transformable en azúcares, prevalentemente sacaroso y glucoso.
Mientras que uno de sus derivados más conocidos, es decir, la harina de castaña, se compone de:
- 14% de agua
- 40% de almidón
- 29% de azúcar
- 8,3% de sustancias nitrogenadas
- 3,4% de grasa
- 2,8% de celulosa
- 2,5% de cenizas
En esta misma obra, además de hacer una lista de las sustancias de este fruto, Fenaroli indica cuáles son los platos cocinados a base de castañas y los modos en los que se pueden cocinar.
Los modos para cocinar un plato a base de castañas son: asadas, cocidas o en una sartén.
Algunos de los platos que menciona son: la sopa de castaña, dulces de castaña, la tortilla de castaña, la verdura con castaña, la cebolla con castaña y setas, dulce de castaña con chocolate o helado de castaña.
Como habrás notado, se trata de un fruto que se puede comer en cualquier periodo del año, según el uso que le quieras dar en la cocina, y en mil modos diferentes: desde los primeros platos, con la sopa, hasta los dulces, con el chocolate o el helado.
Además, del mismo árbol de castaño se usa todo: desde el leño hasta la corteza pasando por las hojas y sus flores para crear el “bruno miele”.
Igualmente, Fenaroli hizo una lista de los diferentes tipos de castañas: castaña europea, castaña china y castaña japonesa, aunque se conocen hasta 10 especies más.
En algunos casos es difícil conocer algunos tipos, ya que los nombres derivan del dialecto del lugar en el que crece dicha variedad.
Ahora que conoces a uno de lo más importantes agrónomos italianos, ¿qué te parece si hablamos de otro personaje importante del sector?