Desde el 14 de agosto de 1949 en Lavagna se celebra una de las más interesantes manifestaciones floclóricas italianas. Se trata de la Tarta de los Fieschi, evento que anima el casco histórico de la ciudad con un imponente cortejo histórico en traje medieval y que concluye a los pies de la Torre de los Fieschi, reconstrucción de un antigua obra militar.
La Tarta de los Fieschi está conectada con una antigua leyenda.
En 1230 el conde Opizzo, después de volver victorioso de ima guerra, se casó con Bianca dei Bianchi y para celebrar tal evento ofreció al pueblo de Lavagna una gigantesca tarta de bodas.
Actualmente, después de la lectura del texto de la proclamación de la boda, la condesa corta la tarta: una tarta de 13 quintales realizada por los maestros reposteros de la ciudad y cuya receta es hoy en día un secreto. La tarde anterior se celebra en la basílica de San Salvador la despedida de soltero de Opizzo junto a sus caballeros con un gran banquete, música, baile y juegos de armas.
En el momento en el que se corta la Tarta inicia el juego para encontrar la media naranja. Los participantes tienen cartones de colores, rosa para las mujeres y azul para los hombres, con una palabra medieval escrita en ellos. El juego consiste en buscar en la plazam al poseedor de la misma palabra. Una vez que se ha encontrado la pareja, ambos van al centro de la plaza para recibir dos trozos de tarta que tienen que consumir juntos.
Con la distribución de la tarta comienzan los festejos en honor de los esposos, festejos caracterizados por espectáculos medievales: duelos, juegos, espectáculos con banderas, baile, música y acróbatas.
Los Fieschi fueron una poderosa familia que alcanzó el máximo de su esplendor en el siglo XIII y esta tradición empezó a recuperarse en los años 50 del siglo pasado. Este evento es el punto álgido de una semana de eventos colaterales que incluyen palios, exposiciones, música y baile, y que finalizan con el cortejo del 14 de agosto.