Entre los numerosos festivales que se celebraron en Italia en junio, la Festa del Pescato di Paranza de Castellabate representa un acontecimiento reciente, pero un gran atractivo para los italianos, que tuvo lugar del 14 al 16 de junio en Castellabate, en la provincia de Salerno, y fue una ocasión de gran celebración para todo el pueblo, adornado con puestos, luces y perfumes.
El festival
El festival es un verdadero triunfo de los sabores más característicos de Cilento, la región que se extiende al sur de Salerno hasta las fronteras con la costa de Basilicata. Este evento gastronómico ofrece todas las delicias de la gastronomía típica de la zona. La fiesta tuvo lugar en la plaza «Campo dei Rocchi» e incluyó un rico programa de mercados, talleres artesanales, flanqueado por actuaciones musicales y actividades para los más pequeños.
La estrella absoluta del festival fue el «pescado frito» que, como de habitud, se preparò en grandes cantidades en una sartén gigante, de 4 metros de diámetro, en la que se frieron 40 quintales de pescado durante las tres noches.
Además de ser un momento de convivencia y tradición italiana, el festival pretende promover la hermosa zona del Cilento, su mar, sus colores e incluso el antiguo arte de la pesca, el principal sector de la economía local
«Paranza» es el término que indica las embarcaciones de pesca típicas y, por lo tanto, el tipo de pesca con la red que siempre se ha utilizado en esta parte del Mediterráneo. Además, está hermanada con el Festival del Pescado de Camogli, en Liguria, y recibe el patrocinio del Parque Nacional del Cilento y el Vallo di Diano.
Castellabate
El pueblo de Castellabate y su territorio se encuentran dentro del espléndido Parque Nacional del Cilento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998. El mar y la costa están incluidos en el sistema de áreas protegidas llamado Rete Natura 2000 para proteger el hábitat natural y las especies animales y vegetales presentes, incluyendo la tortuga caretta caretta.
El centro de la ciudad medieval se desarrolla alrededor de las murallas del «Castello dell’Abate» fundado por el abad Costabile en 1123, una fortaleza con cuatro torres que defendían a la ciudad de los ataques de los sarracenos. Otros monumentos que no debe perderse son la basílica papal de Santa Maria de Gulia, del siglo XII, el palacio de Belmonte, el palacio de De Angelis y el palacio de Granito. También vale la pena visitar el puerto Travierso, un puerto del siglo XII, y la Torretta, una granja fortificada del siglo XVII.