El calor ha llegado y no podemos dejar de pensar en dónde vamos a ir de vacaciones este verano. Entre las muchas metas ya propuestas, la Liguria es sin duda una de las más acreditadas, donde en pocos kilómetros podemos encontrarnos descubriendo el tesoro de la abadía de San Fructuoso, las aguas cristalinas de Portofino y los hermosos paisajes del interior
Uno de los destinos más conocidos es obviamente Portofino, pero de todo lo que hay dentro del Parque de Portofino todavía se sabe relativamente poco. Siempre se piensa, de hecho, en las coloridas casas que dan a la bahía y en la movida hecha de barcos de lujo y personas famosas, pero pocos toman realmente en cuenta todo lo que se encuentra en los alrededores.
Camogli y la Abadía de San Fructuoso
Camogli es una pequeña localidad que se encuentra en una ensenada del Parque de Portofino, desde donde se puede llegar a la encaramada Abadía de San Fruttuoso. Si le apasiona el senderismo o el senderismo en plena naturaleza, aquí encontrará terreno fértil para sus pasiones, haciendo que sus vacaciones sean aún más inolvidables.
La Abadía de San Fruttuoso, de hecho, se puede llegar tranquilamente tanto a través de los senderos como por mar, con barcos que parten de Camogli, Génova y otras ciudades. La cúpula de la Abadía es visible desde el mar, destacando en un panorama único.
Se trata de una abadía nacida como monasterio benedictino pero que, a lo largo de los siglos, ha sufrido varios cambios. De refugio y guarida de piratas a casa de pescadores, hasta formar parte de las propiedades de los príncipes Doria.
Se asoma a la bahía, dando así una vista realmente sugestiva tanto a quien llega por mar como a quien llega por tierra, y está rodeada por una densa vegetación de matorral mediterráneo. El estilo es tipico románico, en mármol blanco y pizarra tomados de los valles cercanos.
El Cristo de las Profundidades
Justo enfrente de laAbadía de San Fruttuoso, se encuentra el Área Marina Protegida de Portofino, un área delimitada que representa un verdadero paraíso para los amantes del buceo y que esconde un secreto ya conocido por todos.
En sus aguas se ha bajado una estatua de bronce de Jesucristo, llamada Cristo de los abismos. La estatua nace de la idea de Duilio Marcante que quiso colocarla en los fondos marinos para conmemorar la muerte de Dario Gonzatti. En agosto de 1954, el Cristo de los Abismos fue colocado en el fondo del mar, en la bahía frente a San Fructuoso.
La realización de la estatua – enteramente en bronce – se llevó a cabo a través de la fusión de medallas, campanas y elementos navales, convirtiéndola en un verdadero tributo al mar, a la navegación y al buceo.
La inmersión para poder observar la estatua, de hecho, sigue siendo una de las atracciones más populares de toda la costa de Liguria y atrae a miles de visitantes apasionados por el buceo cada año. Se trata de una inmersión relativamente sencilla y las aguas no son demasiado profundas, ya que se trata de un máximo de 15 metros.
Cómo planificar unas vacaciones en Camogli
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de planificar sus vacaciones es, como de costumbre, lo que el territorio tiene para ofrecer. Afortunadamente para todos, costa de Liguria es uno de esos lugares donde se puede encontrar de todo y donde los gustos de cada viajero pueden ser plenamente satisfechos. A partir de las experiencias, que pueden ser de todo tipo, de las vinculadas a la naturaleza – dado el estrecho contacto con el mar – a las vinculadas a la historia y a la cultura, que muy a menudo se insertan en recorridos de tipo naturalista.
La segunda cosa en la que pensar, además, son las estructuras donde alojarse. Aunque el territorio se presta relativamente poco a estructuras grandes, como resorts familiares, es posible encontrar estructuras que satisfagan las demandas de grandes y pequeños, sin temor a que la diversión para algunos grupos de edad pueda faltar.
