Estamos hablando de Cervinia, estación de esquí en el valle de Aosta, en la frontera con Suiza, entre los pueblos perennemente más altos de Europa, situado a 2050 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, Cervinia, es el topónimo que suelen utilizar aquellos que la visitan, en realidad se trata de una extensa zona montañosa: la Breuil-Cervinia, nombre completo, indica un área que se extiende desde los 1.524 metros de la ciudad de Valtournanche a 3.408 metros de Plateau Rosa, cerca de Piccolo Cervinio incluyendo 4.478 metros de la impresionante Matterhorn, el símbolo de la zona de montañosa, también conocida como el Cervino o la «pirámide perfecta» y situada entre las cimas más importantes en todo el mundo.
Breuil-Cervinia fue fundada hace más de doscientos años a los pies del Cervino, del cual toma el nombre, en el valle del Breuil, hasta ahora inmensos pastos de difícil acceso. En los años 30, las construcciones en el valle se podían contar con los dedos de la mano, hasta cuando en 1934 fue fundada la Sociedad Cervino junto con el primer teleférico construido en 1936, evento que da origen al desarrollo del que es actualmente uno de los distritos más grandes de esquí de Italia y Europa.
Todo esto con el impresionante telón de fondo de la Cervinia rodeada por la cadena de las Grandes Murailles, unas maravillosas vistas panorámicas enigualables.
Por otra parte, como su nombre indica Breuil, que en el dialecto Valle de Aosta significa «tierra de muchas aguas», la zona tiene muchos lagos, arroyos y cursos de agua. Hermoso, no muy lejos del centro de Cervinia, se eleva el Lago Blu, que refleja la imponente cumbre. También vale la pena visitar Lago Goillet, un pintoresco lago artificial a 2.550 metros sobre el nivel del mar, rodeado por un dique utilizado para producir energía hidroeléctrica y para cubrir las pistas de nieve. En verano, además de montañismo, que hace de la Cervini un destino popular a nivel internacional, se puede practicar trekking y excursionismo, así como parapente y ciclismo de montaña. Por último para los amantes de los deportes extremos destaca la emocionante vía ferrata y numerosos muros de escalada. En resumen, un encantador municipio y una de las zonas de riqueza natural de valor incalculable, otra joya del Belpaese para descubrir y apreciar.