El Carnaval, para grande y pequeños, es la fiesta más alegre y colorida deal año. De hecho, ¿que carnaval sería sin confetis y estrellas, sin máscaras, sin bromas y sin dulces típicos, como los chiacchiere, castagnole, sfrappole o frittelle, por ejemplo?
Entre estas maravillas del arte repostero, la fritella o ea fritoa es la reina indiscutible de los dulces de carnaval en Venecia. Su origen se remonta al Renacimiento y en el siglo XVIII se reconoce como dulce nacional del Estado Veneto. Siglos atrás se preparaba con Fritorelli, que se ponían por las calles dentro de pequeñas chozas de madera. Añadiendo un típico grembiule blanco, estos maestros de las repostería de la época preparaban las fritelle en grandes tablas de madera. Una vez listas, se freían en aceite o mantequilla y se añadía azúcar mientras se hacían grandes gestos teatrales para llamar la atención del público. Orgullosos de su trabajo y de los ingredientes de primera calidad que empleaban, al lado de estos productos, estos artesanos exponían sobre la misma tabla de madera la harina, los huevos, las almendras, los piñones y el cedro dulce empleados para la preparación de este tradicional dulce.
El mismo amor se ponía a la hora de servirlas. Las frittoe, como dejó escrito Pietro Longhi, se servían en un espeto para que la gente las comiera calientes pero sin quemarse los dedos.
De dulce típico veneciano ha pasado a formar parte de la tardición culinaria del carnaval en toda Italua y hoy en día, graciasa al arte de los expertos resposteros se han creado numerosas variantes: redondas, con forma de anillo, rellenas de crema o con fruta, con arroz….representan uno de los dulces más conocidos y consumidos durante esta fiesta.
Mi consejo, para todos aquellos que quieran consumir estas delicias, es el de cocerlas al horno sin mantequilla, pues son igual de deliciosas y seguramente con menos calorías.