El estilo refinado y el icónico rojo son los protagonistas de la historia de la Maison Valentino
Valentino Clemente Ludovico Garavani nace en Voghera en 1932 y muy joven se traslada a París para estudiar moda en la École des Beaux-Arts y en la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne. A continuación trabaja en los talleres Jean Dessès y Guy Laroche donde empieza a conocer el mundo del lujo y de la moda, del que pronto se convertirá en uno de los principales protagonistas. Al regresar a Italia, en 1959 abre su primer taller en Roma en vía dei Condotti. El año siguiente conoce a Giancarlo Giammetti, que se convierte en su socio en el negocio y hará una enorme contribución desde el punto de vista de la gestión para convertir el Valentino Spa en el gran coloso de la moda que es hoy. El éxito de la primera colección presentada en Palazzo Pitti en Florencia en 1962 es incomparable: Vogue Francia dedica por primera vez la portada a un diseñador italiano.
En muy poco tiempo Valentino se convierte en el diseñador símbolo de elegancia y lujo y es usado por las mayores estrellas de la época. Entonces en Roma para las tomas de Cleopatra, Elizabeth Taylor fue una de las primeras en elegir sus creaciones; con la actriz nació un vínculo único que duró toda la vida. En la película «La Noche» de Michelangelo Antonioni, Monica Vitti lleva Valentino; la marca también cuenta con distinguidos clientes entre los cuales Audrey Hepburn y Jacqueline Kennedy. Para esta última creó el vestido para la boda con Aristóteles Onassis y fue precisamente su boda la que inspiró la «White Collection»: en 1968 Valentino presentó una colección enteramente blanca que se ha convertido en legendaria en la historia de la moda.
El verdadero símbolo de Valentino es el color rojo: «El rojo es vida, pasión, amor, es el remedio contra la tristeza. Creo que una mujer vestida de rojo, especialmente de noche, es maravillosa. Es, entre la multitud, la imagen perfecta de la heroína», estas son las palabras del estilista para describir el tono que mejor representa la esencia de la marca. La inspiración le vino a la Ópera de Barcelona, de su espléndido ambiente y de las elegantes huéspedes con ropa escarlata. El Valentino rojo es una marca registrada y se compone de una combinación específica de magenta, amarillo y negro; según ella es el único color que puede competir con el blanco y el negro.
En 1967, el Día de San Valentín alcanza su apogeo: se le concede el Premio Neiman Marcus, el Oscar de la moda. Hasta la fecha son innumerables los reconocimientos recibidos por el diseñador, entre ellos está la Legión de honor, el más alto honor de Francia. En 1976, en efecto, decide hacer desfilar su línea prèt-a-porter en París, la Alta Costura, en cambio, desfilará en Roma hasta 1989 y después se desplazará también a la capital francesa. El estilo Valentino va más allá de las tendencias estacionales, encarna el concepto de elegancia absoluta. Las colecciones cuentan con una técnica de costura impecable y tejidos de gran calidad; sus creaciones están pensadas para realzar la belleza femenina con vestidos sensuales, refinados y románticos.
Los últimos años de su carrera están documentados en la película «Valentino: The Last Emperor» de Matt Tyrnauer. En 2007, Valentino Garavani celebra el 45 aniversario de la marca con tres días de celebración en Roma y anuncia su despedida al mundo de la moda que concluye el año siguiente con un espectacular desfile de Alta Costura. Como sucesores nombra directores creativos a Maria Grazia Chiuri y a Pierpaolo Piccioli, ya diseñador de accesorios para la Maison. Es a ellos a quienes se debe la creación de los zapatos Rockstud: un escote de la línea clásica tempestad de tachuelas, que se ha convertido en el producto más vendido de la marca. Desde entonces los clavos han entrado a formar parte del ADN de la marca; adornando todo tipo de accesorios crean la combinación correcta entre finura y espíritu rock, entre sensualidad y modernidad. En la actualidad sólo lleva la marca Pierpaolo Piccioli, que lleva adelante el patrimonio de la casa de moda en el signo del mismo estilo único que, desde el nacimiento de la Maison Valentino, hace soñar.
Foto de portada : vogue