La versión no oficial dice, sin embargo, que el inventor fue un panadero de Turín que quería preparar un dulce en honor de Camillo Benso di Cavour, para apoyarlo en su difícil tarea de unificar Italia. Por otro lado, Veneto también tiene su propia versión sobre este delicioso postre: parece que el dulce fue inventado en el restaurante «El Toulà” de Treviso que, por aquel entonces, se encontraba cerca de un burdel. Por lo visto, el dulce servia, precisamente, para «levantar» a los clientes que rondaban por allí. De hecho, el nombre de este postre significa, literalmente en italiano, “levántame” y hace referencia tanto a sus cualidad energéticas como a su supuesto poder afrodisíaco.
Ingredientes
500g de mascarpone
500 g de bizcocho soletilla
150 g de azúcar blanco
6 huevos medianos
8 tazas de café espresso
3 cucharadas de vino de Marsala (opcional)
Polvo de cacao amargo
Preparación
Preparar el café y dejar que se enfríe por completo. Coger los huevos y separar las yemas de las claras. Batir las yemas con el azúcar hasta que se resulte una mezcla espumosa. Añadir el vino Marsala (si se prefiere), el mascarpone y mezclar hasta obtener una crema homogénea. Preparar el café y dejar enfriar. Verter el café frío en un recipiente grande y empapad los bizcochos con el café por ambos lados, de forma rápida para evitar que se mojen demasiado. Finalmente, colocarlos en el fondo de una fuente para horno rectangular, dispuestos uno al lado del otro. Cubrir los bizcochos de soletilla con una capa de crema y repetir para formar las capas alternas de bizcochos de soletilla y crema. Terminar con una capa de crema. Dejar enfriar en la nevera durante una hora y, justo antes de servir, espolvorear la superficie con una capa uniforme de cacao tamizado.