Su nombre (que significa expresa en italiano) se debe a que la máquina de café se hizo con la intención de acelerar el proceso de preparación del mismo. El espresso es un invención Made in Italy que se debe a Angelo Moriondo de Turín quien, a finales del siglo XIX, desarrolló la primera máquina de café. Al comienzo del siglo XX, Luigi Bezzera patentó el dispositivo, dando inicio oficialmente a su difusión. La preparación del café espresso es en realidad bastante simple, teniendo en cuenta que fue creado para hacer el proceso más rápido. El agua en ebullición pasa a través de un recipiente con un filtro donde se almacena el polvo de café molido. Dependiendo del tipo de café, la bebida tendrá un aroma más o menos intenso: en Italia se prefiere el café intenso, mientras que en el estranjero se prefiere más “largo”- de ligero aroma y de menor intensidad.
El café de cafetera (moka en italiano) se prepara en casa con la cafetera de aluminio clásica. Es el café de la excelencia, el preferido por la mayoría de los italianos. A menudo, lo llaman simplemente moka, tomando el nombre de la máquina, inventada por Alfonso Bialetti. Consecuentemente, el café moka es muy fácil de preparar: primero hay que llenar el depósito inferior con agua hasta el borde, a continuación, colocar el filtro de metal en él, llenar el filtro con granos de café molido y enroscar la parte superior de la cafetera. Por último, colocarla en el fuego y dejar actuar hasta que hierva el café que sale a través del filtro, llenando la parte superior por completo.