Elegante y refinado, los sombreros Borsalino logran desde el principio un éxito considerable tanto en el Belpaese como en toda Europa, sin embargo, los fundadores eran conscientes de que un solo taller no podría permitirse el lujo de manejar una gran demanda del tipo. Giuseppe sabía que la respuesta era la industria: gracias a la experiencia inglesa, el maestro decide importar las máquinas de los suburbios de Manchester que habían revolucionado el arte de los sombrereros.
Aún así, el proceso de producción es lo que marca la singularidad del producto Borsalino, hecho de fina piel de fieltro (conejos, liebres y madrigueras) a través de cincuenta etapas de la producción y un promedio de siete semanas de trabajo por sombrero. Ahora un procedimiento estabilizado transmitido de generación en generación, el secreto de la cual está en la secuencia productiva según la cual se alternan diferentes máquinas e intervenciones manuales. Para un resultado producido artesanalmente pero con estilo internacional. Hoy Borsalino cuenta con diez tiendas de la marca en el Belpaese y una en París, además de estar presente en las tiendas más elegantes del mundo y sobre las cabezas de las celebridades Johnny Depp, Leonardo DiCaprio, Kate Moss y Naomi Campbell. Un gigante del estilo italiano, una leyenda viva que encarna en sus elegantes creaciones todo el estilo de la marca más prestigiosa de sombreros en el mundo.