Prosecco o spumante?
El Año Nuevo acaba de pasar, y a medianoche los cálices de todos los italianos se llenaron de algo con un aspecto burbujeante que recuerda lo agradable que es pasar las fiestas en compañía. Prosecco, espumoso o champán, una cosa es cierta: brindar es una acción que nos hace alegres y despreocupados y que, precisamente para inmortalizar estas sensaciones, se debe hacer con algo adecuado.
Año Nuevo, sino también cumpleaños, bodas, fiestas de graduación. Cada vez que hay que celebrarlo, no nos dejamos llevar y llenamos los cálices con la mejor botella, la que no podíamos esperar a abrir, y que precisamente guardábamos para la ocasión especial.
Para aquellos de nosotros con poca información de la categoría strong>vinos, es casi normal alternar los términos prosecco, spumante y champagne como si fueran sinónimos. A veces, y eso sólo lo admitirán los más valientes, para no decir em>, ¿has bebido vino espumoso? nos abandonamos a un clásico
así para evitar figuraciones. Porque sabemos que hay una diferencia, pero en el lenguaje común estos términos se usan tan a granel que siempre nos sentimos muy confundidos.
Entonces, ¿cuál es el más elegido por los italianos para celebrar?
Il Prosecco, una excelencia del norte Italia
Lo que conocemos con el nombre de prosecco es un vino blanco DOC o DOCG, cuya producción se realiza entre Véneto y Friuli Venezia Giulia, más precisamente entre las provincias de Venecia, Treviso, Vicenza, Padua, Belluno, Gorizia, Pordenone, Trieste y Udine. La selección de uva destinada a convertirse en prosecco, así como las zonas de producción, el tratamiento y el etiquetado están rigurosamente y rigurosamente reglamentados para obtener un vino de alta calidad y muy apreciado.
El prosecco puede ser espumoso o espumoso – veremos más adelante por qué – pero debe estrictamente ser blanco y sobre todo producido en una de las zonas antes mencionadas.
Y el Espumoso ¿qué es?
Espumoso es, a todos los efectos, una categoría de vino blanco. En esencia, no vale la equivalencia uno a uno con el prosecco. El espumoso es un prosecco, pero no todos los pros son espumosos (n.d.r.). Con el término espumoso no entendemos, por lo tanto, de manera tan restringida ese vino blanco DOC o DOCG producido en Veneto o Friuli con específicas cepas, sino unos vinos con strong>burbujas, diferenciándolos de los firmes.
La diferencia sustancial detrás de la denominación es, además del origen, el método utilizado en la producción.
Prosecco e spumante, la producción a través de los dos métodos principales
Las dos elaboraciones toman el nombre de metodo classico e metodo Martinotti. El método clásico nace en Francia y es con el que se produce el vino espumoso y también el champán. En efecto, se narra que este método fue inventado por el monje Dom Perignon, dando origen al primer y más conocido Champagne. Los pasajes del método clásico son numerosos y muy delicados y hacen que el dióxido de carbono se reproduzca dentro de las botellas, creando así la famosa spuma que caracteriza al vino espumoso.
El método Martinotti, en cambio, es el que da vida al prosecco es ligeramente diferente y la última fase, llamada toma de espuma, no se produce directamente en los frascos, sino en autoclaves de acero donde se añade a azúcares y levaduras que favorecen su fermentación. Además, este método garantiza una realización más rápida que el método clásico, resultando en un producto de sabor y olor muy diferente.
Prosecco o spumante?
Ambos resultan burbujeantes y llenos de burbujas, tanto que sólo al mirar un vaso se percibe enseguida alegría. Ni que decir tiene que no hay uno adecuado para una ocasión en lugar de otra. Mucho, como siempre, depende de los gustos personales y de las combinaciones que se quieren hacer.
Desde hace algunos años ya ha pasado la moda de emparejar el prosecco o el espumoso necesariamente al después de la comida, pero de hecho, muchos chefs y muchos sommelier los integran hábilmente dentro de la comida, a consumir con individuales platos o – incluso – justo en la cocina para embellecer los platos y darles un sabor más ligero.
Foto de portada: vinoteca.aldi