El Torrazzo de Cremona es uno de los monumentos históricos más importantes de la ciudad lombarda. Es la torre de ladrillo más alta existente en Europa. Este lugar tiene una historia misteriosa y esconde muchas peculiaridades por descubrir.
Descubramos juntos los secretos de este campanario medieval que es una de las principales atracciones turísticas de Cremona. Símbolo de la ciudad también alberga un reloj astronómico, considerado una de las obras maestras de la mecánica antigua. El mecanismo original sigue funcionando.
El Torrazzo de Cremona: cómo visitarlo
Para llegar a la cima del Torrazzo es necesario recorrer 502 escalones. Su altura es de 112 metros y solo se puede subir a pie. Se encuentra en la zona dentro de las antiguas murallas romanas, está justo al lado de la Catedral y tiene vistas a la Plaza del Ayuntamiento. La torre era símbolo de prestigio y emblema de la familia a la que pertenecía.
Ninguna torre de la ciudad tenía que competir con ella. La historia del Torrazzo di Cremona No se sabe con exactitud la fecha en que se construyó el Torrazzo di Cremona, pero se estima entre 1230 y 1276. Los trabajos para su realización fueron realizados por arquitectos, magos y astrónomos. No se trataba solo de una obra de arquitectura, ya que la torre tenía que llegar lo más alto posible para permitir a los fieles sentirse cercanos a Dios. La construcción se llevó a cabo en tres etapas, como lo demuestra el estilo arquitectónico de las diferentes partes.
De hecho, los tres primeros pisos tienen características románicas tardías que permiten establecer su pertenencia a principios de 1200. La parte restante del tallo cuadrangular hasta la cornisa debajo del campanario se construyó probablemente entre 1250 y 1257. El campanario es de los años 1284 a 1305 dado su estilo gótico. En el siglo XVII se colocaron la bola y la cruz en la parte superior de la cúpula. Finalmente, la construcción del reloj astronómico de la torre tuvo lugar en 1583.
Torrazzo di Cremona: sus particularidades
El Torrazzo de Cremona es el símbolo de la ciudad y esconde muchas particularidades. Además de su estructura que, como hemos visto, consiste de hecho en dos torres superpuestas. La primera es una torre románica construida alrededor de 1267, mientras que la segunda fue terminada en 1305 y está formada por dos tambores octogonales.
El campanario contiene 7 campanas de bronce cada una de las cuales está dedicada a un santo y tiene su propia nota. Cuando suenan se puede escuchar un concierto en LA bemol. Sin duda una de las particularidades más curiosas de esta torre es su reloj. Es uno de los relojes astronómicos más grandes del mundo con un diámetro de 8,20 metros. Fue instalado después de la reforma gregoriana del calendario en sustitución de un reloj más antiguo. Su mecanismo particular debe recargarse todos los días y sigue funcionando hoy en día.
La esfera ha sido pintada varias veces y la decoración actual es de 1970. El tamaño del reloj de la torre del Torrazzo de Cremona permite indicar el movimiento de los astros, el del sol, las fases lunares, los eclipses del sol y de la luna y las conjunciones astrales. Además de las horas y minutos canónicos.
El museo vertical del Torrazzo de Cremona
En 2018, en el Torrazzo di Cremona se abrió el Museo Vertical que se dedica a la medición del tiempo. Aquí los visitantes tienen la oportunidad de admirar los sugestivos ambientes interiores de la gran torre. El interior consta de 5 salas superpuestas diferentes a las que se puede acceder a través de una larga escalera que conduce a la parte superior.
El funcionamiento del reloj se explica a través del recorrido expositivo presente en la Sala del Cuadrante y en la Sala del Mecanismo donde el visitante tiene la posibilidad de comprender cuáles son los mecanismos que le permiten funcionar. La Sala de la Medición del Tiempo muestra la historia de la percepción humana del tiempo a través de la reconstrucción de los antiguos instrumentos de medición. Aquí se exponen varios relojes realizados a lo largo de los siglos. Además, hay interesantes contenidos multimedia que profundizan en este tema.
La Sala de Astronomía está dedicada al estudio y descubrimiento de los cuerpos celestes. El Museo Vertical de la Torre del Torrazzo permite observar la demostración científica de la rotación de la Tierra a través de la oscilación del péndulo de Foucault. Esta instalación fue posible debido a las características especiales de la torre. Por último, tiene la oportunidad de llegar a la parte más alta de Torrazzo di Cremona, desde donde se puede admirar una hermosa vista del río Po y la ciudad.
Una vez fuera de Torrazzo es imprescindible disfrutar de la rica cocina cremonesa. En otoño e invierno, el tortello de calabaza, hecho a mano y sazonado con mantequilla y salvia es imperdible. La polenta con fondue de queso de Salva o salami cremonese, que desde el siglo XIII es una receta típica, son la digna conclusión de esta rica comida.
Copertina: lombardia