Las máscaras –que van desde la simple máscara negra hasta las más elaboradas- se han convertido en el símbolo de la ciudad junto a la góndola. Por aquellos tiempos eran la llave maestra que abría las puertas de toda la ciudad, permitiendo a casi todos a hacer realidad sus deseos prohibidos (desde amores imposibles al esplendor de los palacios aristócratas y sus excesos). Tal fue su importancia que se crearon normas sobre como y donde llevarlas. Por ejemplo, eran utilizadas para votar anónimamente las nuevas leyes de la ciudad o para las mujeres casadas que frecuentaban espectáculos de teatro y, en cambio, eran prohibidas en las iglesias, en las calles privadas, para las prostitutas, entre otros.
Con el tiempo el uso de las máscaras disminuyó, hasta que en siglo XVIII eran solo utilizadas por la nobleza (y, también, canallas como el famoso Giacomo Casanova) o por actores callejeros. El teatro público y privado se habían convertido por aquel entonces en una tradición en carnaval veneciano: de aquí nace la Commedia dell’arte, gracias a Carlo Goldoni y otros dramaturgos que introdujeron el uso de estereotipos en sus personajes para simbolizar el vicio y la virtud humana – mientras los espectáculos privados tendían a ser más de carácter promiscuo y obsceno.
Dos siglos fueron necesarios para que el carnaval volviera con fuerza. En 1979 la ciudad de Venecia decidió utilizar su fama y patrimonio para regeneral el festival como una celebración espectacular y turística. Después de algunas modificaciones en su estructura, el Carnevale di Venezia tiene ahora un programa estable desde el desfile hasta el premio al mejor disfraz.
Otro punto esencial del programa es la Festa delle Marie, un concurso de belleza entre las doce chicas más guapas de Venecia. El evento original, nacido el año 1200, era la celebración de una famosa Victoria veneciana contra los piratas de Istria, que habían interrumpido el tradicional matrimonio colectivo de la ciudad y secuestrado tanto las futuras esposas como las joyas prestadas de la tesorería de la ciudad. Las primeras celebraciones se convirtieron poco a poco obscenas y fueron canceladas en el año 1300.
El programa del carnaval continúa con muchos más espectáculos de teatro, eventos de cocina, grandes fiestas de baile durante toda la noche y muchos más. ¿El único problema? Para encontrar habitación durante el carnaval es necesario reservar con un anticipo de al menos tres años, y la ciudad, ya cara de por sí, se hace aún más insostenible durante el evento. Pero si dejamos el tema económico a parte, ¿No es un placer participar en una de las fiestas más hermosas del mundo?