Las viejas granjas abandonadas y restauradas, se han convertido, de hecho, en el objetivo de esta nueva tendencia. Entre ellas, merece una mención especial el Bio Agroturismo La Cerqua, activo desde 1991 y gestionado con cuidado por Gino Martinelli y su gran familia. Nacido del deseo de guardar y dar nueva vida a la antigua propiedad de la familia en desuso, Gino, doctorado en agricultura, inició en la década de los noventa la renovación de la casa, un antiguo monasterio benedictino del siglo IV, iniciándose en el turismo rural y en la producción agrícola biológica, uno de los puntos fuertes del agroturismo.
Con los frutos de las hileras de árboles y arbustos que rodean los campos, La Cerqua produce mermeladas, conservas y licores típicos de la zona, como Visner (con guindas), el Scafurnicchio (con los frutos de la rosa silvestre), la Fa.G.iN (con hojas de haya y bayas de enebro), y la nocino de San Giovanni. Todos los productos del agroturismo se pueden disfrutar en el acogedor restaurante que sirve desayuno, café y cenas biológicas con perfumes y sabores típicos de la zona.
La cocina de Silvana emplea tanto los productos locales y como los de la propia granja, reuniendo los gustos y necesidades de los diferentes clientes: celíacos, vegetarianos, veganos y niños. Bandera del territorio en el que se asienta, Bio Agriturismo La Cerqua ofrece a sus clientes el valor antiguo de la hospitalidad en tres estructuras antiguas: el Cerqua, que cuenta con 8 habitaciones con encanto donde el ambiente es mágico, el antiguo granero, el edificio piedra y de ladrillo con dos estudios equipados y la Balucca, una bonita casa de campo compuesta por 9 habitaciones decoradas con estilo y enriquecida por una gran casa club, un pequeño restaurante biológico, una escuela de equitación y el Giardino del Mago, un oasis natural y laboratorio ecológico al aire libre.
El agroturismo de Gino también se propone como un lugar guardián de la memoria histórica de su propia región biológica, lo que ayuda a transmitir sus características naturales y tradicionales del país a través de cursos especiales de educación abierta no sólo para los residentes, sino también para niños y escuelas.