Se sabe que Italia tiene el patrimonio artístico más grande del mundo. Es un auténtico paraíso de pueblos, es decir, pequeños centros históricos que son a la vez joyas arquitectónicas, históricas y artísticas. En estos lugares, castillos y torres, callejuelas y monumentos crean una atmósfera única que se fusiona con una atractiva enogastronomía antiguas tradiciones y atractivos naturales.
Elegir uno de ellos no es tarea fácil por lo que hemos optado por hacer una lista de norte a sur de los pueblos más bonitos de Italia.
Piamonte. Riccetto di Candelo
Riccetto di Candelo se considera la “Pompeya Medieval” de la región, Nacido como un depósito de productos agrícolas, Riccetto tiene una muralla en cuyo centro destacan el Palacio del `Príncipe y el Palacio del Ayuntamiento. El pueblecito está dentro de la Reserva Natural de la Baraggia, parque en el que antiguamente se alzaba el Ysangarda, espacio ligado al mito y a la realidad y que debe su nombre al término alemán Ysen-Gard o Recinto Sagrado. El pueblo es un punto de referencia para la producción vitícola.
Trentino Alto Adige. Castelrotto
En Castelrotto uno se sumerge en plena naturaleza tirolese, en el Parque Natural de Sciliar, en la provincia de Bolzano. El pueblo se acracteriza por los visibles restos del Castelvecchio, una fortificación de época medieval. Las fachadas de las casas fueron decoradas por el pintor Eduard Burgauner y por su tío Johann Burgauner con la idea de transformar el pueblo en una obra de arte. Catelrotto fusiona el estílo Liberty y el antiguo Barroco, visible en las fachadas del ex Hotel Zum Wolf y las casas Rauch y Mendel. La Plaza Krausen alberga el Ayuntamient del siglo XVII, un campanario y una iglesia neoclásica. Y el Museo del Traje, que expone los trajes tradicionales tiroleses. En el Ayuntamiento destacan la Sala del Consejo, revestida de leña, y la sala del siglo XVI, con suelo y techo de madera. En el pueblo se pueden ver también el Golden Rossl y el Zum Wolf, dos hoteles muy famosos en el siglo XVII, y los edificios históricos de Via Oswald von Wolkenstein y Via Platten. En la colina que domina el pueblo, luagr en el que antiguamente estaba el castillo, estaba la Locanda de la Torre, activa desde el 1500, y más tarde convertida en Sede del Tribunal.
Emilia-Romaña. Bobbio
Este pueblo debe su nombre a la Boiel céltico-lígur y a la Bobium latina. El pueblo conecta su historia con el Valle Trebbia, en la provincia de Piacenza, importante via de comunicación desde tiempos de los Longobardos. Aquí se fundó la Abadía de San Colombano en el 614, importante centro político, cultural y religiosos. En su centro histórico se pueden ver los restos de su pasado medieval, como el Puente Gobbo o Puente del Diablo- construñido por los romanos sobre el río Trebbia-, el Museo de la Abadía, en el antiguo scriptorium, que alberga, entre otras joyas, el majestuoso sepulcro de la Familia Cociceia, un ara dedicada a la diosa Diana y mármoles longobardos y carolingios de la Basílica de Agilulfo. Igualmente, Bobbio tiene un excelente patromonio a su alrededor, como por ejemplo el río Trebbia y las termas de San Martino.
Toscana. Pitigliano
De origen etrusco, Pitigliano, en la provincia de Grosseto, tiene un legendario origen latino. Habrían sido dos romanos, Petilio y Celiano, de los que desciende la Gens Petilia, los fundadores del pueblo uniendo sus nombres para dar vida a Pitigliano. El pueblo se carcateriza por la presencia de la roca volcánica que, durante siglos, ha sido excavada para su construcción. A su alrededor se pueden ver las huellas de los antiguos habitantes de la zona, que excavaron tumbas, hipogéos, cunículos y las miesteriosas “Vie Cave”. Además de las murallas, los hebreos, que vivieron aquí durante 500 años, excavaron y adaptaron las cuevas como casas y lugares de culto. De este modo, hoy en día Pitigliano se ofrece al mundo como el refugio de una ciudad subterránea, llena de iglesias rupestres, galerías, cantinas. El pueblo ofrece un espctáculo realmente mágico. En el centro se alza majestuoso el Palacio Orsini, en cuyo interior están las salas del Museo de Arte Sacro, la Fuente Medicea y el acueducto. Todo aquello que rodea al pueblo es un sin fín de callejuelas, escalinata y decoracioes del siglo XVI. La Catedral alberga las telas de Pietro Aldi y Francesco Vanni, y a su lado se eleva el campanario y el monumento dedicado a la Familia Orsini. Pitigliano está llena de historia y sus habitantes – desde sus orígenes, han dejado una huella realmente única. Incluso en la alimentación. En Navidad se prepara el “Sfratto”, un dulce con forma de bastón a base de miel y nueces, dulce que cuenta su antiguo origen hebreo.
Lacio. Civita di Bagnoregio
Bagnoreggio es de la época lombarda e indicaba una propiedad regia, posiblemente ligada a una terma de la zona, cuyas aguas- según la leyenda- habría curado las heridas del rey Desiderio. Cività di Bagnoregio es una g¡fracción de Bagnoregio, en la provincia de Viterbo, que se alza en una vertiginosa colina rodeada por dos valles: el Fossato del Rio Torbido y el Fossatom deol Rio Chiaro. La Cività está conectada con el pueblo por un largo puente suspendido en el vacío, y está habitada por una veintena de personas, en la llamada “La ciudad que muere”.
La fundación de la ciudad se remonta a los etruscos, que construyeron una muralla y una necrópolis. La llamadea Cueva de San Buenaventura, que se dice que presenció la curación del pequeño Giovanni Fidanza, futuro San Buenaventura, por San Francisco, es una tumba etrusca. El aspecto del pueblo, por el contrario, es medieval. El pequeño casco histórico se carceteriza por las continuas intervenciones etruscas y romanas para contener el efecto erosivo del agua.
El pueblo alberga la iglesia de San Donato, en la plaza principal, que custodia un precioso crucifijo, y el Palacio Alemanni con el Museo Geológico, el Palacio Episcopal, el Molino del siglo XVI y los restos de la casa natal de San Buenaventura. Cività di Bagnoreggio es también la sede de un famoso pesebre viviente.
Campania. Atrani
Atrano es un pueblecito de la Costa Amalfitana en el Monte Civita y el Monte Aureo. En el 940 se fundó la iglesia de Sn Salvador Birecto, poco después transformada en Capilla Palatina de la República de Amalfi. Sufrió durante mucho tiempo las incursiones de los piratas sarracenos y fue arrasado por los pisanos en el 1135 hasta el punto de impulsar al rey Manfredi a volver a levantarlo en el 1274, reconstruyendio la Colegiata de la Magdalena en el mismo año. En el pueblo se pueden ver las ruinas del monasterio benedictino de San Quirico y Giuditta, la Puerta de Bronce, gemela de la del Duomo de Amalfi, y la Torre. Lo más interesante de Atrani es un casco histórico, hecho de callejuelas, arcos, cortils, plazas, escalinatas y viviendas. En la parte más baja, las casas dan a la playa y suben hacia la plaza y la fuente de piedra hasta las partes más rocosas. En 1931 Altrani fue retratada por el gran diseñador e incisor holandés Maurits Cornelis Escher, que diseñó numerosos bocetos, entre ellos el del pueblo visto desde lo alto, con la iglesia y el campanario de la Magdalena, y las callejuelas.
Sicilia. Sambuca
La historia de Sambuca, en la provincia de Agrigenmto, inicia en tiempos del dominio árabe de la isla. Fundado por el emir Al- Zabuth, el pueblo tiene una doble identidad: árabe, visible en el centro histórico, y la del siglo XVII, fuera de las murallas. Su mayor interés está en el casco histórico, un laberinto de callejuelas y plazas, el barrio árabe y el castillo amurallado. Sin olvidar la cercana fortaleza de Mazzallakkar, a orillas del Lago Arancio. Una población silámica residió en Sambuca hasta el siglo XIII, posteriormente exiliada por la llegada de Federico II. Del 1510 son el Palacio Panittieri y los nuevos barrios creados después de la expulsión de los musulmanes. Durante el siglo XVII la ciudad se llenará de edificios npbiliarios e iglesias, entre ellos los Palacios Ciaccio y Beccadelli, la iglesia del Carmen y el Monasterio de Santa Caterina.