La procesión del Viernes Santo en San Pier Niceto, también llamada de las “Varette”, es una tradición de orígenes españoles llena de particulatidades que la hacen única en su género. Desgraciadamente, los aspectos “barrocos” del rito fueron progresivamente eliminados, especialmente después del Concilio Vaticano II. Estas tradiciones tenían un profundo significado religioso, aunque para algunos eran más floclóricas, incluso paganas. Por ello, la Iglesia, que en aquellos tiempos se estaba “depurando”, los consideraba como métodos doctrinales ya superados. Además de los muchos simulcaros, había multitud de personajes vivientes que animaban la procesión con escenas de la auténtica Pasión de Cristo. El objetivo era el de enseñar, especialmente a la población más pobre e ignorante, la historia del sacrificio de Jesús y su significado.
A continuación, una lista con algunos de los personajes más polémicos.
-“Donna Vana”- una joven muchaha muy bella vestida con joyas y en la mano un espejo, símbolos de lo banal. Se puede asemejar a María Magdalena antes del encuentro con Cristo. Además, ella llevaba cadenas en las que simbólicamente aparecían las alianzas de los hombres que habían cometido adulterio con ella. Este personaje tenía un claro significado negativo.
-“A Pintita”- seguía ala Donna Vana. La arrepentida simboliza la mujer (como María Magdalena) que gracias a la intervención de Cristo adopta un comportamiento más sobrio. La muchaha iba vestida con un traje pobre y los cabellos por encima del vestido.
-“Le Pie Donne”- Las mujeres de Jerusalén que lloran y se lamentan por la condena a Jesús. Las improvisadas actrices tenían que llorar y lamentarse de verdad.
-“U Signuri all’ortu”- cuatro niños: Jesús rezando a los piés de un olivo y los apóstoles Pedro, Juan y Santiago durmiendo
-“A Cena” – Una mesa con Jesús y los doce apóstoles, representados por niños, que comen el último plato antes de la Pasión.
-«U Signuri ca Cruci”- un niño disfrazado de Jesús con la cruz en el hombro, rodeado por otros niños-soldados que tenían que insultarlo y pegarlo.
Ests escenas estaban acompañadas de los miembros de las diversas fraternidades. Durante la Semana Santa los monjes llevaban un traje blanco con un sobrero puntiagudo que les cubría el rostro y encima una corona de espinas. Las fraternidades se diferenciabam gracias a un lazo del color de la iglesia de proveniencia, por ejemplo, el verde para los fieles de Santiago Apóstol y el rosa para los de Santa Catalina.
De todas estas tradiciones, ha sobrevivido la más interesante, es decir, la de vestir con oro y objetos preciosos a los niños y niñas que forman el coro de ángeles y nonaguillos. Todo viene por un voto hecho al Crucifijo o para dar las gracias por un don o regalo recibido. El trabajo más importante es el de recoger el oro casa por casa, coserlo a los trajes de los niños y devolverlo al final de la procesión. En el pasado, para realizar las alas de los ángeles se sacrificaba una paloma blanca y se le quitaban las plumas.