Roma, 9 de febrero de 1955: se inauguró-en la Estación de Termini, con la presencia del Presidente de la República Luigi Einaudi- el primer metro italiano. En 1953, la línea fue sometida a un periodo de prueba, con el funcionamiento esporádico entre las estaciones de Magliana-Ostiense y Esposizione y de Piramide y Esposizione.
La linea se llamó Termini E42 y conectaba la Estación de Tren con EUR, en un recorrido de 11,3 kilómetros. Seguidamente se redenominó Linea B. El proyecto de loa linea, que se remonta a los años 30, fue pensado originariamente para conectar la Estación con el barrio EUR, que tendría que albergar la Exposición Universal de 1942. Los trabajos de construcción se interrumpieron durante la Segunda Guerra Mundia y después del conflicto fueron necesarios 7 años de reconstrucción antes del nacimiento del primer trazado de la que sería el Mtero de Roma. Por varios motivos, la capital de Italia se dotó de una red de metro con mucho retraso respecto a las grandes metrópolis europeas, aunque los primeros proyectos se remontan a mediados del siglo XIX. No fueron pocos los obstáculos que retrasaron las obras, desde los vínculos arqueológicos con las condiciones geotécnicas.
En los años 60 se iniciaron los trabajos para la construcción de nuevos tramos, que tuvieron su mayor impulso en el decenio sucesivo. De este modo nació la red metropolitana de Roma, gracias al Plan Regulador General de 1962, en el que se delineó el esquema a forma de “X” con la intersección de las dos lineas, la Linea A, cuyo proyecto se remonta a los años 50, fue inaugurada el 16 de febrero de 1980, y terminada en 1990, conectando la Estación Termini con Rebibbia. De este modo, atravesaba toda la capital de norte a sur. La inauguración de la Linea A se remonta a 1980, con el objetivo de unir el área suroeste con la zona noroeste. La apertura al público de la Linea C fue en 2014.
En total, la red metropolitana de Roma se articula en torno a 60 kilómetros y cuenta con 74 estaciones.