Incluso de acuerdo con algunas de las creencias paganas y mitológicas, el cielo y el planeta eran ambos hemisferios que iban a formar un solo huevo, mientras que los egipcios creían que el huevo fue el eje del universo de los cuatro elementos (agua, aire, tierra y fuego). La tradición del huevo de chocolate clásico es reciente, pero el don de huevos reales decorados con todo tipo de diseños o dedicatorias, está relacionada con la fiesta de la Pascua celebrada desde la Edad Media.
Parte de la documentación que se remonta a los antiguos persas, sostiene que al inicio de la primavera, los persas usaban al huevo de gallina como regalo – a veces decorados a mano – que representaban el renacimiento y, más tarde, en la era cristiana, la resurrección. Desde el siglo XX, el huevo de chocolate se ha extendido por todo el territorio italiano. Hasta hace pocos años, la preparación de los huevos de chocolate era estrictamente responsabilidad de los expertos artesanos chocolateros. Hoy en día, debido a la mayor demanda de los consumidores, la producción está a cargo de las grandes industrias italianas, las cuales producen huevos de chocolate muy grandes con un pequeño regalo dentro. Estos, con frecuencia, están envueltos con alguna temática específica como, por ejemplo, una película, una caricatura o un equipo de fútbol. Antes, los huevos se hacían solo con chocolate con leche o chocolate negro, sin embargo, ahora se pueden encontrar de todo tipo de variaciones y sabores que incluyen: al chile, con avellanas, con sabor a frutas, soja y otras muchas otras variaciones, con el fin de satisfacer todo tipo de paladar.