Si estáis buscando un hotel en Roma en el que respirar el auténtico aire de la capital no podéis perderos el Orange Suites, en el corazón de la Ciudad Eterna, la que todos envidian y que ha inspirado a poetas, escritores y cantantes. No importa si vienes para un fin de semana o para quedarte toda la vida, con sus antiguas esquinas y sus joyas de arte y cultura seduce a todos.
Y también el hotel Orange Suites es la confirmación de cómo las empresas italianas están cada vez más dirigidas por mujeres, como la propietaria de esta maravillosa estructura: Francesca Cascino.
Francesca, despuñes de haberse ocupado durante años de la empresa agraria familiar, decidió invertir, junto con su marido, en el ámbito de la hostelería. El escenario de su iniciativa es la Ciudad Eterna, con la Piazza di Spagna, Via Tomacelli y el glamour de sus calles. En este espacio se erige el palacete del Orange Suites.
Como siempre, con curiosidad y pasión, recorremos junto a FRancesca los inicios de esta aventura y los primeros pasos del Orange Suites, un hotel en Roma que no hay que perderse.
De la agricultura al sector de la restauración, el salto es grande. ¿Qué dificultades has encontrado?
“He aprendido de la empresa familiar a sortear las dificultades. Hacer uno mismo una inversión supone asumir una serie de riesgos.; tienes que tener una mirada amplia e intentar anticiparte a los acontecimientos. He crecido profesionalmente en Sabina, lugar en el que junto a mi familia dirigí 25 hectáreas de terrenos de olivos. Y era un reto contínuo, especialmente porque nuestro producto es biológico y hay que ser muy precisos para garantizar un producto de alta calidad”.
¿Qué te ha llevado a invertir en un hotel en Roma?
“Es un trabajo que siempre me ha gustado, pero que también me ha desilusionado. La gente prefiere gastar su dinero en ropa, relojes y coches; es raro si quieren gastar dinero en un aceite de “nicchia”.
El reto en este sector ha sido pura casualidad. Mi marido en 2010 compró un primer apartamento en el corazón de Roma, a pocos metros de Piazza Navona. Enseguida nos vino a la cabeza la idea de abrir un hotel. Al principio la gestionaban otros, pero posteriormente me dí cuenta de que me podía dedicar a ello personalmente. Seguidamente compramos otra en Via d’Arancio, cerca de Via di Fontanella Borghese y Via Tomacelli. Y posteriormente nos hemos ampliado. Pudimos comprar varios espacios en el mismo edificio y diversificar la oferta”.
¿Cómo ha cambiado el mercado con el pasar de los años?
“El mercado ha cambiado y cambia día a día. Con la crisis muchos de los que tenían propiedades inmobiliarias han intentado transformarlas en hoteles o estructuras hoteleras Solamente en los dos últimos años, la oferta se ha duplicado. Y esto lleva a un aumento de la competencia y a una reducción de los precios”.
¿Cómo ha cambiado el mercado con el pasar de los años?
“El mercado ha cambiado y cambia día a día. Con la crisis muchos de los que tenían propiedades inmobiliarias han intentado transformarlas en hoteles o estructuras hoteleras Solamente en los dos últimos años, la oferta se ha duplicado. Y esto lleva a un aumento de la competencia y a una reducción de los precios”.
Tienes el privilegio de poder sumergir a tus clientes en la realidad de la ciudad. ¿Cómo romana y cómo mujer, cómo la vives?
“Desde siempre me ha gustado viajar, pues es muy enriquecedor y formativo. Y me gusta la idea de poder acoger turistas en nuestro país, hacerles sentir como en casa y mostrarles el casco histórico más bello del mundo. Cuando miro a mi alrededor, me siento muy satisfecha y feliz de vivir en Roma. Desgraciadamente, hay muchas carencias administrativas y la ciudad las siente, pero Roma será siempre Roma”.
Eres madre de 4 hijos. ¿Cómo puedes conciliar todas las facetas de tu vida?
“La verdad es que ni yo misma lo sé. Simplemente corro. Sin embargo, al menos en el trabajo, puedo contar con la ayuda de magníficos colabordores”.
¿Cuáles son tus proyectos? ¿Cómo ves el futuro? ¿Se convertirá tu hotel en una empresa familiar?
“Por ahora es algo solamente mío, ya que mis hijos se irán a estudiar al extranjero. Puedo solo anticipar que queremos comprar el último apartamento para poder ser dueños de todo el palacio.”
Y por ahora, nosotros que nos ocupamos de lo mejor de lo mejor de Italia, tomamos nota. ¡Chapeau querida Francesca!
