Los Uffizi de Florencia, son uno de los museos más famosos de Italia. Son tan vastos y ricos en obras preciosas que probablemente tengas que hacer una lista para seguir al pie de la letra para ver todo lo que se merece. Aquí encontrarás algunas de las obras más icónicas de la pintura italiana. De Giotto a Leonardo da Vinci, de Piero della Francesca al Botticelli solo para citar a los más conocidos.
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La Galería de los Uffizi en Florencia, alberga, de hecho, miles de obras de arte entre pinturas y esculturas y no siempre es fácil entender por dónde empezar; por suerte, el recorrido interno está estructurado en orden cronológico y, siguiendo el orden de las salas, es posible admirar las obras presentes desde la más antigua a la más reciente.
Sala de las Majestades
La Sala de las Majestades está dedicada a la pintura del siglo XIII y alberga varias obras de las principales iglesias florentinas; en particular, se pueden comparar las tres grandes palas que representan a la Virgen en el trono con el niño, realizadas respectivamente por Cimabue, Giotto y Duccio di Buoninsegna.
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Entre las obras más importantes destaca la «Madonna di Ognissanti» de Giotto, pintada precisamente para la homónima iglesia florentina a principios del siglo XIV.
Sala del siglo XIV de Siena
Luego se pasa a la Sala del siglo XIV de Siena: aquí se puede admirar «La Anunciación» de Simone Martini, realizada como decoración de uno de los altares de la Catedral de Siena.
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Sala del Gótico Internacional
A continuación, está la Sala del Gótico internacional, donde se recomienda detenerse frente a la pintura «La adoración de los Magos» de Gentile da Fabriano, encargada a principios del siglo XV por el comerciante Palla Strozzi para la capilla familiar.
Sala del Primer Renacimiento
También la Sala del Primer Renacimiento custodia obras de arte de extrema importancia, entre otras el «Díptico de los Duques de Urbino» de Piero della Francesca que representa a Federico da Montefeltro y su esposa Battista Sforza.
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Sala del Botticelli
Como su nombre indica, la Sala del Botticelli está totalmente dedicada a la conservación y exposición de numerosas obras maestras del artista florentino. En particular, destacan «La primavera» y el «Nacimiento de Venus», ambas encargadas por Lorenzo el Magnífico con motivo de la boda de su primo Pierfrancesco.
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La Tribuna
Otra sala muy interesante es la Tribuna, situada a mitad del primer pasillo con su forma octogonal diseñada por el artista Bernardo Buontalenti por voluntad de Francesco I de’ Medici.
La sala representa los cuatro elementos del mundo, valiéndose de trucos arquitectónicos decorativos: los terciopelos rojos en las paredes son el fuego, los mármoles del suelo la tierra, las nácar el agua y la rosa de los vientos en la cúpula el aire.
La Tribuna es uno de los lugares más antiguos del museo y, en el pasado, albergaba en su interior las obras más importantes, raras y preciosas de la colección Medici.
Sala de Leonardo
La Sala de Leonardo expone muchas obras del artista, entre las cuales destaca sin duda «La Anunciación», pintada por un Leonardo de apenas veinte años. La escena retratada se desarrolla en el patio de un palacio renacentista, con detalles típicamente toscanos.
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Sala de Miguel Ángel y Rafael
Dentro de los Uffizi no podía faltar la Sala de Miguel Ángel y Rafael, exponentes ilustres del arte italiano. Entre las obras presentes es necesario citar el «Tondo Doni» de Miguel Ángel, encargado por los cónyuges Doni – precisamente. De estos últimos hay dos retratos, realizados por Rafael.
Sala de retratos del Bronzino
En el primer piso de los Uffizi se encuentra la Sala de los retratos del Bronzino, pintor florentino del siglo XVI especializado precisamente en la realización de retratos de corte. Entre los más bellos se encuentra el «Retrato de Leonor de Toledo con su hijo Juan», que representa a la esposa de Cosme I de Médici.
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Sala de Tiziano
La Sala de Tiziano rinde homenaje a otro gran exponente del arte italiano, en particular con su «La venus de Urbino», una de las obras más conocidas del mundo. La pintura llegó a Florencia a través del legado de Vittoria della Rovere y después de su matrimonio con Fernando II de Médici.
Sal de Caravaggio y seguidores
Como celebración de otro representante del arte italiano, las Salas de Caravaggio y sus seguidores custodian un gran número de obras del artista, en particular su «Medusa»: se trata de un escudo, más que de un cuadro, realizado a finales del siglo XVI por encargo del Cardenal Del Monte, vinculado a la familia Medici.
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Iglesia y Museo de Orsanmichele
Después de haber llevado a cabo la extática visita a los Uffizi y haber tomado un soplo de aire fresco, se recomienda visitar la Iglesia y el Museo de Orsanmichele, una de las más prestigiosas arquitecturas florentinas del siglo XIV.
Su historia es tan antigua como articulada: en 1290 Arnolfo di Cambio erigió una logia destinada al comercio del trigo, que ardió en 1304. En 1337, Francesco Talenti hizo reconstruir la logia-mercado, pero más grande, tanto que en 1404 se convirtió en dos pisos.
A finales del siglo XV, el mercado se trasladó y el edificio restante se convirtió en una iglesia, manteniendo su inusual estructura rectangular. Todavía hoy, representa un ejemplo único y raro de adhesión a los modos más creativos y decorativos de la arquitectura tardo-gótica europea, tal como deseaba y solicitó la Signoria.
El edificio, como se mencionó, consta de dos pisos: el superior permaneció como un almacén de trigo, mientras que el inferior se convirtió en una iglesia dedicada a la Virgen. En el exterior, en cambio, se encuentran numerosos nichos destinados a acoger las estatuas de los Santos protectores de las diversas corporaciones de las Artes.
En la decoración de la Iglesia participaron los mayores representantes del arte de Florencia y, precisamente por esto, el edificio es una verdadera perla artística, un tesoro precioso que hay que custodiar con extremo cuidado.
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