En roma por ejemplo, la Befana, ha sido siempre un día para visitar el mercado temporáneo de Navidad en Piazza Navona. Durante unos días, la majestuosa plaza se llena de tenderetes que venden todo tipo de exquisiteces y jueguetes entre villancicos y atracciones de colores. O al menos así ha sido hasta el año 2015. Este año el Mercado de Piazza Navona, se ha transformado en una revolución – pero es necesario añadir un poco de información para entender que cosa ha sucedido realmente. El hecho es que el mercado ha ido creciendo y creciendo durante las dos ultimas décadas, dejando la plaza con más de 120 tenderetes oficiales y numerosos vendedores ambulantes. Todo esto no sería un problema si la calidad que ha encantado a visitantes de todo el mundo se hubiese mantenido. Sin embargo, no ha sucedido así. Los tenderetes oficiales han sido, poco a poco, comprados por dos familias que han acabado controlando el 90 % del Mercado. Como casi siempre pasa en Italia, esto solo ha sido posible gracias a la influencia de políticos corruptos y del crimen organizado. Las consecuencias de todo esto ha sido la constante decadencia de la calidad de los productos del mercado: tradicionales dulces y artesanales juguetes han sido remplazados por dulces de supermercado (vendidos a un precio mayor) y juguetes fabricados en China sin certificado de seguridad, poniendo a prueba la paciencia del público visitante. Quizás el símbolo del declive del mercado de Piazza Navona han sido los vendedores de porchetta: sabrosos pero pudientes vendedores de bocadillos de cerdo asado que no tiene nada que ver con la tradición romana.