Cuenta la leyenda que la diosa Venus, nacida de la espima del Mar Mediterráneo, rompió el hilo de perlas- regalño de Páris, que tenía en el cuello mientras corría hacia la orillas. Las perlas del collar cayeron al mar y se convirtieron en las islas que se conocen como el Archipiélago Toscano.
El archipiélago es un conjunto de maravillas naturales y marinas de incomparable belleza. Siete “perlas” que van de norte a sur: Gorgona, Capraia, Elba, Pianosa, Montecristo, Giglio y Giannutri.
Dónde ir de vacaciones en Italia: las siete islas del Archipiélago Toscano
Isla de Elba
Es la isla más grande del archipiélago y un auténtico paraíso de aguas cristalinas y maravillosas playas protegidas por calas rocosas. Elba es también un paraíso para los amantes del trekking: la meta más apreciada es el Monte Capanne, que con sus más de mil metros de altura es conocido por sus magníficas vistas. Además, aquí pasó sus últimos años, antes de fugarse, Napoleón Bonaparte.
Isla de Gorgona
Gorgona, que desde el mar destaca por su perfil de mujer, es la más pequeña de las siete “hermanas”, la más septentrional y la más verde. Solamente se puede visitar con un guía y solamente una parte de la misma.
Isla de Capraia
Capraia tiene un origen volcánico, característica que ha modelo sus particulares contrastes cromáticos. A unos 31 kilómetros de Córcega, tiene tres hoteles, un camping y algún restaurante. Es perfecta para relajarse, y se puede visitar en el mismo día junto a la isla Gorgona.
Isla del Giglio
Salvaje y preciosa, la segunda isla del Archipiélago Toscano puede presumir de mantener intacto el patrimonio de historia ey tradiciones isleñas. A esto se añade la incomparable belleza de la naturaleza y de uno de los mares más bellos de toda Italia.
Isla de Giannutri
Giannutri y las aguas que la rodean forman un espacio natural protegido. Auténtico paraíso para los amantes del submarinismo, sus aguas están llenas de corales y otras especies marinas vegetales. Su belleza fue también apreciada por los antiguos romanos, testimonio que se puede observar en los restos de una gran villa del siglo II después de Cristo.
Isla de Montecristo
Su nombre está ligado a la famosa novela de Dumas, El conde de Montecristo. La isla es una reserva natural, por lo que no es posible ni pescar, ni pasar unos días en la isla no darse un baño en un radio de 1000 metros desde la línea de la costa. La isla, deshabitada desde siempre, custodia una flora y una fauna inigualables.
Isla de Pianosa
Esta isla, mayormente llana, alterna partes de costa rocosa y partes de playa. En su interior se abre Cala San Giovanni, playa de arena blanca en la que se pueden ver restos de una villa romana.
Ahora que también conoces estas maravillosas islas, ¡solo tienes que decidir dónde ir de vacaciones en Italia!
Imagen de portada: Tuscany People