Esta frase usada por el Papa como una bendición en ocasiones especiales como Navidad, Pascua o como una bendición para los peregrinos en eventos como el Jubileo. La bendición se anuncia desde la plaza central de la basílica de San Pedro en el Vaticano. Su origen se remonta al siglo XII, durante el pontificado de Gregorio X.
Todos los años, miles de visitantes italianos y extranjeros cada año optan por viajar a Roma el fin de semana de Pasqua para asistir a la Santa Misa celebrada por el Papa el domingo de Pascua y pasar el Lunes de Pascua en la capital. El primer evento religioso que no debe perderse es la procesión del Viernes Santo que tiene lugar cada año des de las 21.00 hasta las 23.00 en el Coliseo, que está especialmente iluminada para este evento. Presidida por el papa, que celebra la ‘Misa de la Pasión’ a las 17.00 horas también en San Pedro. El Papa también conduce a los miles de fieles reunidos en oración por todo el recorrido de la Viacrucis. Con motivo del Domingo de Ramos, el año pasado se reunieron en la plaza de San Pedro unos ochenta mil y diez mil fieles, incluidos jóvenes, mujeres, hombres y niños no solo del Belpaese, sino también de otros muchos países.