Templos de la Humanidad, la espectacular construcción hipogea
En Vidracco, en Piamonte, a poca distancia de Turín, se encuentra una de las mayores catedrales subterráneas del mundo: el Templo de la Humanidad. La espectacular construcción ipogea está ligada a la Federación de Damanhur, una comunidad que considera filosóficamente al ser humano portador de una chispa divina y que cree en la sacralidad del universo. La comunidad cuenta con más de 600 personas que viven en la Valchiusella, en áreas forestales o agrícolas, gestionando con sus propios órganos administrativos y actividades de naturaleza artística y artesanal: su fama se debe precisamente a la construcción del Templo de la Humanidad. Conocido también como el Templo del Hombre, fue Oberto Airaudi, fundador de la Federación, quien dio el inicio a la realización de los templos; la historia narra que fue una visión mística de una estrella luminosa que cayó sobre la tierra la que le indicó el punto preciso en el que empezar a cavar.
Templos de la Humanidad similar a una pirámide egipcia
La construcción de la catedral subterránea comenzó en 1978 y todavía está en marcha. Su elaboración ha sido hecha enteramente a mano con instrumentos simples como picos y layas; la arquitectura grandiosa y las paredes enteramente pintadas han hecho que los templos hayan sido declarados «obra de arte» por la Superintendencia de las Bellas Artes. La parte visible en la superficie es el Bosque Sagrado, es decir, el Templo Vegetal, que encarna la conexión con la Madre Tierra. Entre los árboles hay circuitos y caminos marcados por piedras coloreadas, pero el verdadero espectáculo arquitectónico y artístico es bajo tierra. Los Templos de la Humanidad ocupan un área de 8.500 metros cúbicos y están divididos en cinco pisos, hasta 72 metros de profundidad. El nombre Damanhur tiene orígenes egipcios y la estructura del templo se compara con la de una pirámide egipcia. Se divide en siete salas principales conectadas por un recorrido, que simboliza las habitaciones interiores del ser humano, pensado para vivir un viaje en el propio yo. Cada sala muestra la maestría artística de la comunidad distinguiéndose por ricos elementos decorativos, esculturas, juegos de luz, pinturas y mosaicos de colores.
Las salas de los Templos de la Humanidad:
- La Sala de la Victoria es la sala situada en el punto más profundo de los Templos y está dedicada a la celebración de la vida y de la belleza de nuestro planeta. En efecto, los frescos son representaciones de diversos paisajes terrestres en los que los seres humanos viven en armonía con la naturaleza. El techo de la habitación está completamente pintado por un espectacular cielo estrellado que reproduce las constelaciones de hace 22.000 años, cuando nació la civilización de la Atlántida.
- Dedicada a las fuerzas de la naturaleza, a la narración del principio divino universal y a la historia de la humanidad según la filosofía damanhuriana, la Sala de la Tierra se caracteriza por columnas de cerámica blanca finamente adornadas con hoja de oro y por vidrieras de colores.
- Dentro de la Sala de los Metales están representadas las fases de la vida del ser humano: ocho vidrieras, engarzadas en nichos en las paredes, representan las diferentes edades del hombre, cada una conectada metafóricamente a un metal.
- El Templo Azul es la sala más antigua, la que inició la construcción de la catedral. Está pintado con una alegoría de los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego. En el suelo se encuentra un majestuoso mosaico que retrata el papel del Tarot «La Stella», en homenaje al acontecimiento que dio inicio a la creación de los Templos.
- La Sala del Laberinto, llamada así porque los elementos arquitectónicos ricamente decorados de los pasillos dan la idea de caminar en un laberinto, es un homenaje a las fuerzas divinas de todas las expresiones espirituales y religiosas.
- Caracterizada por una forma circular, la Sala del Agua celebra la figura femenina y la memoria histórica. Los muros presentan escritos en doce alfabetos antiguos y la gran cúpula que domina la habitación está realizada en vidrio Tiffany con magníficos matices de azul que representan la vida marina.
- Situada en el centro del complejo de los Templos de la Humanidad, la Sala de las Esferas se encuentra en un punto de contacto energético de nuestro planeta. A lo largo de las paredes de la sala, recubiertas enteramente de hoja de oro, se colocan nueve esferas luminosas que contienen líquidos alquímicos.
- Como representación del aire y de las fuerzas solares, la Sala de los Espejos deja al visitante sin aliento ante juegos de reflejos que multiplican infinitamente los elementos decorativos. Lo que enriquece la experiencia es el continuo sonido de un gong.
Foto de portada: weekendpremium