Es un privilegio, pero también un deber, para todos aquellos que hacen un trabajo como el mío, hablar de las páginas de la historia italiana, aquellas hechas a base de honestidad, integridad, fervor y capacidad de desarrollo e inversión en los recursos humanos y en la investigación. La industria italiana ha sufrido graves crisis en estos años. La globalización, los mercados emergentes, la fuga de empresas que han invertido en los mercados extranjeros. Por otra parte, hay muchas empresas que siguen en Italia, somo Sapio. Empresas que quieren hacer crecer el país e invertir en las nuevas generaciones. Hay que felicitar a Sapio, que en 2022 cumplirá sus primeros cien años, y para ello hemos hablado con su presidente, Alberto Dossi.
Alberto Dossi, Presidente Gruppo Sapio
Vuestra empresa es una empresa con suerte, pero ser empresario en Italia es muy difícil hoy en día. ¿Cómo se consigue? ¿Cuáles son las estrategias?
“Vivimos en un mundo cada vez más incierto, que cambia continuamente, y con políticas inestables. La industria, para crecer, necesitaría seguridad. Para realizar una inversión, o un sistema de producción, y no somos los únicos, necesitamos mucho tiempo de preparación, para evaluar los costes, la maquinaria y promover la investigación y la innovación. Todo ello necesita gobiernos y políticas estables. Hoy en día, invertir en Italia significa tener mucho coraje.
En Sapio todo lo mencionado anteriormente, por suerte, no falta, y, mientras en algunos sectores industriales se delocaliza, nosotros seguimos invirtiendo en nuestro país y en nuestros recursos. En 2017 facturamos 506 millones de euros, teniamos 1800 empleados y nuevos proyectos. Mi modo de actuar contempla también una cierta responsabilidad con las personas que trabajan para mí.
Italia es un gran mercado, aunque golpeado por los efectos de la globalización y la agresividad de países emergentes como China, India y Oriente Medio. Desde siempre, la industria italiana se ha centrado en la exportación. Nuestra empresa exporta el 5% de sus productos. Por suerte, nuestra realidad abarca gran pare de los sectores industriales, del químico al petroquímico, el farmaceútico, el siderúrgico, el agroalimenticio y el electrónico. Y, para finalizar, la Sanidad, que representa el 50% del facturado total.
En resumen, tenemos un mercado complejo y estamos acostumbrados a gestionar todo tipo de complejidad.
El éxito de Sapio está en el hecho de que siempre ha sabido gestionarse. Somos una empresa histórica que desde 1922 crea trabajo e innovación. Estamos en la tercera generación de las familias Dossi y Colombo, listas para celebrar los 100 años de actividad. Otra cosa que nos ha permitido tener tanto exito ha sido el hecho de invertir en los jóvenes talentos, en la investigación y en el desarrollo. Solamente la juventud tiene la capacidad de cambiar y adaptarse a los nuevos ritmos.”
Os definís como una empresa Ética. ¿Qué quiere decir para vosotros?
“Un comportamiento correctamente ético en el trabajo ha estado siempre en nuestro ADN. He tenido la suerte de crecer con dos padres que practicaban lo que decían. Ellos han sido mi inspiración. Mi padre, mi primer día de trabajo, me dijo que tenía que atenerme a la regla de las 4C: creíble, coherente, constante y correcto. Estas cuatro líneas me han guiado con el tiempo y me han sacado de muchas situaciones complicadas.”
Sois una realidad unida a la tecnología. ¿Es muy difícil conseguirlo?
“Nosotros hacemos investigación aplicada. El gas ha encontrado tantas aplicaciones en el desarrollo de nuestra sociedad que no podemos prescindir de nuestro equipo de ingenieros ni de los universitarios italianos. Es una pena que un país como el nuestro, que invierte en la formación de los jóvenes, no les dé las oportunidades de trabajo que merecen. Nosotros, desde 1991 hemos creado un “Premio Sapio” a la investigación y la innovación. Por esta iniciativa recibimos un premio del entonces Presidente de la República Giorgio Napolitano.”
¿De qué se trata?
“Damos 5 contribuciones: a la investigación, a la innovación, a la seguridad, a las start ups y un Premio Sapio Junior para los menores de 30 años. Los vencedores, además de recibir 15.000 euros cada uno, son enviados al Senado a la Cámara para discutir junto con políticos, investigadores y otras figuras, como las asociaciones. Para muchos ha sido la entrada en el mundo laboral. Todavía conservo muchas cartas de agradecimiento de su parte.”
¿Cuáles son los objetivos de la empresa en el futuro inmediato?
“Queremos seguir siendo una luz en nuestro sector y crecer todavía más para mejorar la calidad de vida del ser humano. Los motores del futuro son la energía, el medioambiente, el sector agroalimenticio y la sanidad. Consideramos poder dar, a través del gas y de la investigación, una gran ayuda. Hay un sector, por ejemplo, al que hemos dedicado mucho, es el del medioambiente, cuyo único gas es el vapor de agua; sin emisiones nocivas”
De la vivacidad del presidente intuyo que esto es solamente un resumen de lo que es Sapio en realidad. Pero tengo que añadir que he descubierto que el doctor Dossi, en la investigación previa a la entrevista, no me ha invitado a la cena anual. Sapio ha destinado a sus 1800 empleados, como premio por su productividad, 1500 euros a cada uno. Además de palabras, hechos.