Entre finales del siglo XVI y principios del XVIII, la ciudad de Lecce se vio abrumada por una corriente arquitectónica caracterizada por decoraciones y adornos en los edificios más importantes, desde iglesias a palacios nobiliarios pasando por puertas de la ciudad y otros monumentos.
El barroco y, en particular, «barroco leccese» encontró aquí en la piedra local de Lecce el material ideal para realizar estas obras de arte. Así ha sido posible hacer estallar una fantasía verdaderamente ilimitada y tan fastuosa que todavía hoy es inalcanzable.
Si Lecce es la ciudad-símbolo de estos fastos arquitectónicos, otros centros habitados no son menos: basta pensar en Galatina, Nardò y Gallipoli que, además de las playas y la buena cocina, ofrecen itinerarios para descubrir el barroco realmente interesantes.
Lecce
Lecce es también conocida como «Señora del Barroco» precisamente por el arte barroco que distingue calles, iglesias, balcones y monumentos. Algunos ejemplos se pueden admirar ya en el centro histórico, al que se accede a través de Porta Napoli: desde aquí se extienden varias callejuelas llenas de hermosos palacios y talleres artesanales que conducen a numerosos monumentos y edificios barrocos como la Iglesia de Santa María de la Providencia y la Iglesia de Santa María de Constantinopla, así como el Palacio Adorno y la Basílica de la Santa Cruz.
Justo en el centro de la ciudad, sin embargo, se puede admirar la hermosa Piazza Sant’Oronzo, que alberga la Columna de Sant’Oronzo y el Anfiteatro Romano, y Piazza Duomo, en la que se encuentra la Catedral Metropolitana de Santa Maria Assunta con su altísimo campanario y el Palacio del Obispado.
Por último, hay que mencionar el Palacio del Seminario, que hoy alberga el Museo Diocesano de Arte Sacro, la Biblioteca Inocenciana y el Archivo Histórico Diocesano.
Galatina
Durante un paseo por Galatina, se recomienda detenerse a admirar sus espléndidos palacios, sobre todo el Palazzo Venturi, el Palazzo Congedo y el Palazzo Ducale, todos ejemplos del barroco leccense.
Nardó
El estilo barroco también está presente en la pequeña pero muy interesante ciudad de Nardó. Su centro histórico alberga la Plaza Salandra, sede de numerosos edificios de gran valor arquitectónico como el Palacio de la Pretura, la Torre del Reloj, el Asiento y la Aguja de la Inmaculada Concepción.
Nardó es también conocida como «la ciudad de las iglesias», ya que alberga una treintena, todas caracterizadas por estilos arquitectónicos diversos, testimonio de las numerosas influencias que han caracterizado a la ciudad a lo largo del tiempo. Entre las más importantes se encuentran la Iglesia de San Antonio, la Iglesia de Santo Domingo, la Iglesia de San Trifone y la Basílica Santa Maria Assunta, considerada la perla del arte barroco.
Por último, no te pierdas el Castello Acquaviva.
Gallipoli
Conocida en todo el mundo como uno de los destinos veraniegos más deseados, Gallipoli es también una ciudad de arte que no hay que subestimar. Un ejemplo de arte barroco es la extraordinaria Catedral de Sant’ágata, también conocida como la Catedral de Gallipoli, cuyo interior (similar a la de una galería de arte) se pueden admirar al menos 106 lienzos que datan de los siglos XVII y XVIII.
Otro edificio interesante es el Palacio del Seminario, sede del Museo Diocesano, seguido del Palacio Tafuri y Munittola.
Gallipoli está constituida por dos ciudades, la «vieja» y la «nueva»: la primera comprende el centro histórico y se caracteriza por la presencia de la isla de Sant’Andrea, un islote unido a la tierra firme por un puente muy largo y rodeado por una muralla; la segunda, en cambio, acoge la Iglesia de San Francesco di Paola y la Iglesia de la Puridad, ambos símbolos del barroco leccense.
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Salento y la cultura gastronómica y vinícola
Aquellos que deciden visitar Salento para descubrir el barroco de Lecce definitivamente no puede dejar de detenerse a comer en una de las muchas tabernas del lugar para involucrarse en una tradición culinaria simplemente sin igual.
En primer lugar, el Salento es famoso por sus vinos finos, en particular el Primitivo de Manduria, el Negroamaro, el Salento Salice y el Malvasia Nera de Lecce. A continuación, el aceite de oliva es uno de los productos estrella de la región por su calidad y sabor, por decir lo menos intenso.
En Salento, además, es posible disfrutar de los quesos tradicionales, que abrazan el Caciocavallo podolico, el Pecorino salentino y el Ricotta forte, todos realizados con métodos tradicionales y con un sabor único y característico.
Entre los primeros platos, no pueden faltar las orecchiette, un tipo de pasta fresca tradicional de Apulia y Salento, de forma redonda con una ligera cavidad en el centro y típicamente servida con salsa de tomate fresco, verduras como los nabos, o con salsa de carne. Entre los segundos platos, sin embargo, no faltan los a base de pescado, en particular el pulpo a la «pignata y el dentón al rollo.
Y para concluir en belleza, imposible resistirse a la pastelería, dulce típico de Salento: se trata de una pasta frolla rellena de crema pastelera, a veces aromatizada con vainilla o limón, y enriquecida con amarena en almíbar.
En resumen, solo queda reservar su próximo viaje a Salento para disfrutar de la cultura, la historia, la arquitectura y, sobre todo, deliciosos platos!