Paolo Sorrentino es sin duda uno de los principales directores italianos actualmente en actividad, que se distingue también por ser actor, productor, guionista y escritor, y es ganador de un Golden Globe, cuatro European Filmawards, cinco David de Donatello y ocho Cintas de plata.

Nacido en Nápoles en 1970, Sorrentino pronto quedó huérfano, y comenzó a trabajar en el mundo del cine – en 1991 – como asistente de dirección de Enzo Decaro para la película Los ladrones del futuro. El comienzo detrás de la cámara se remonta a Un paraíso, cortometraje que giró a cuatro manos con Stefano Russo, a la que siguieron otros papeles de ayuda-director, como en el caso de Droguería de Maurizio Fiume, y – en 1998 – de Polvillo de Nápoles, de Antonio Capuano, a quien colaboró en la escritura, a la que también acompañó la escritura de algunos episodios de la serie de televisión «El equipo». También en 1998, realizó su primer trabajo cinematográfico a su firma, El amor no tiene límites, un cortometraje de tonos surrealistas. Al año siguiente, Umberto Contarello escribió La voz del amor, dirigida por Michele Placido, y luego el corto La noche larga.

A 2001 se remonta su primer largometraje, en el que trabajó también para el guión, El hombre más, que, entre otras cosas, le valió la Cinta de Plata para el mejor director debutante del Festival de Venecia. Al año siguiente trabajó en La primavera de 2002, documental colectivo realizado bajo la dirección de Francesco Maselli.

Se llega al 2004, cuando Sorrentino, continuando la colaboración con Toni Servillo, que había comenzado con El hombre de más, llamó al gran actor por su Las consecuencias del amor, que obtuvo un extraordinario éxito en el Festival de Cannes, ganando también cinco David de Donatello como mejor película, mejor director, mejor actor protagonista, actor no protagonista y director de fotografía, a quien se añadieron tres Cintas de Plata. La asociación con Toni Servillo, además, fue reforzada por la realización de una versión televisiva de sábado, domingo y lunes de Eduardo De Filippo. En 2006, Sorrentino hizo un cameo en la película El caimán de Nanni Moretti, y luego volvió detrás de la cámara en 2006, con El amigo de la familia.

El salto de calidad a nivel de éxito llegó en 2008 con Il divo, película inspirada en la figura del político Giulio Andreotti, una vez más con Toni Servillo como protagonista absoluto, que participó en el Festival de Cannes, conquistando el Premio del Jurado y logrando un gran éxito de crítica y de público. Al año siguiente, en cambio, realizó La asignación de las tiendas, un videoreportaje para el diario «La Repubblica» dedicado a los devastadores efectos del terremoto del Aquila.

En 2010, en cambio, Sorrentino se midió también con la literatura, dando a las impresiones la novela Todos tienen razón, participando luego con un episodio en la película colectiva Nápoles 24. En 2011 rodó This Must Be the Place, su primera película en inglés, con Sean Penn, que ganará el David de Donatello por el mejor guión.

Dos años después, llegó La gran belleza, todavía con Toni Servillo, que fue un gran éxito en la taquilla – en Italia y luego en el extranjero – pero tuvo opiniones discordantes de la crítica, ganando sin embargo cuatro European Film Awards, un Golden Globe y cinco Cintas de Plata. En 2014, luego, llegó el Oscar como la mejor película extranjera, reconocimiento que no se otorgaba a una película italiana desde 1999, cuando fue premiado fue La vida es hermosa de Roberto Benigni. Ese año, además, Sorrentino firmó la dirección televisiva de la comedia Las voces de dentro, realizada con ocasión del trigésimo aniversario de la muerte de Eduardo de Filippo, dirigiendo en aquella ocasión a los hermanos Toni y Peppe Servillo.

Después de este éxito, Sorrentino volvió a los cines en 2015, con Youth – La juventud, según películas en inglés, en las que participaron Harvey Keitel, Michael Caine, Jane Fonda y Paul Dano. En el 2016, en cambio, firmó la serie de televisión The Young Pope, con Silvio Orlando, Jude Law y Diane Keaton, y en 2018 Loro, película inspirada en Silvio Berlusconi.

El último y más reciente trabajo cinematográfico de Paolo Sorrentino es el reciente. Fue la mano de Dios, obra de naturaleza autobiográfica que narra los años de la juventud del director napoletano. Sorrentino con su última película, «Ha sido la mano de Dios», representará a Italia en la categoría mejor película internacional en los Oscar 2022.
