Palermo es una espléndida ciudad de Sicilia de la que, cada año, se enamoran miles de turistas: famosa por sus bellezas artísticas y culturales y por su street food a base de productos típicos sicilianos, la ciudad custodia un burgo más único que raro.
Estamos hablando de Borgo Parrini, fracción de Partinico (a las afueras de Palermo), un pueblo inspirado en el colorido arte de Antoni Gaudí, que vale la pena visitar al menos una vez en la vida.
Historia de Borgo Parrini
Borgo Parrini nace entre los siglos XVI y XVII, cuando los padres del Noviciado de los jesuitas de Palermo (precisamente, los Parrini) compraron los terrenos agrícolas al noreste de Partinico, en Palermo. En el siglo XVIII los jesuitas construyeron una iglesia dedicada a María SS.
Del Rosario, para tener un mayor control sobre la actividad agrícola de colonos y campesinos en estas tierras donde se cultivaban, más que nada, viñedos y cítricos. Todo alrededor de la iglesia nació y creció un verdadero pueblo, con almacenes, casas para los colonos, torres y molinos.
Más tarde, la orden religiosa de Parrini fue eliminada y la propiedad pasó a ser del Príncipe francés Henri d’Orléans duque de Aumale: decidió utilizar el territorio para producir y comercializar el Moscatello del Zucco, un vino muy apreciado en aquellos tiempos, en toda Europa. La granja inaugurada por el Príncipe Henri d’Orléans tenía mucho trabajo, tanto que ocupaba hasta trescientos trabajadores que vivían en todo el pueblo.
Sin embargo, durante los años setenta del siglo XX, el abandono del pueblo por parte de quienes vivían en él comenzó a ser masivo: las personas querían trasladarse a las ciudades, donde tendrían la oportunidad de una vida diferente.
Por lo tanto, durante mucho tiempo, el pueblo asumió la apariencia de un «pueblo fantasma» hasta que, los pocos que quedaban allí, decidieron cuidarlo. Iniciaron la renovación de las antiguas viviendas y edificios inspirándose, de común acuerdo, en el arte de Antoni Gaudí.
No podrían haber hecho una elección más acertada considerando que, como pueblo olvidado que era, hoy el pueblo es un destino turístico a nivel internacional y, por qué no, mundial: cualquiera que pase por Palermo se toma el tiempo para visitar el pueblo y tomar fotos increíbles.
Descubriendo el Borgo Parrini en Palermo
Perderse entre las calles y callejones de Borgo Parrini es una experiencia que te enriquecerá para siempre y que guardarás celosamente en tus recuerdos de viaje. Tan pronto como se cruza la entrada del pueblo, la sensación que se siente es la de haber sido teletransportado repentinamente a Barcelona, España.
De hecho, el pueblo recuerda fielmente el arte del arquitecto catalán Antoni Gaudí, tanto en formas como en colores, vivos y brillantes. Paseando por las calles del pueblo asistirás a una sucesión de casas blancas, puertas turquesas, marcos de ventanas y ventanas de colores brillantes. Las calles están llenas de casas y esculturas en mosaico de vidrio y mayólica, así como flores por todas partes.
El colorido pueblo es un elogio al arte, no solo a través del homenaje al estilo de Gaudí; de hecho, esta pequeña «Barcelona siciliana» rinde homenaje a muchos artistas que hicieron historia al representarlos en las paredes y en las calles, como Frida Kahlo.
Y, además de las mujeres y los hombres de arte, en las calles del pueblo se reservan espacios para la celebración de personalidades importantes de la historia, como Gandhi y Juan Pablo II.El burgo palermitano es una verdadera glorificación del arte, del color, de las flores y de la personalidad que, de una forma u otra, han contribuido a hacer del mundo un lugar mejor.
Dónde alojarse en Borgo Parrini
Seguramente te estarás preguntando si, un pueblo así, puede alojar a los turistas también por la noche: ¡la respuesta es sí! De hecho, dentro del pueblo hay varias estructuras en las que alojarse: incluso edificios y casas de vacaciones también en perfecto estilo Gaudí, donde se puede disfrutar de una experiencia completa, Adentrándote completamente en el mood español de este pueblo siciliano.
Y si lo prefieres, siempre puedes quedarte en Palermo: aquí tendrás muchas opciones en cuanto a instalaciones para alojarte. La hermosa Palermo ofrece todo tipo de soluciones, desde bed&breakfast hasta hoteles boutique, hasta pueblos y resorts. Además, alojarse en Palermo también le resultará muy cómodo, ya que, a partir de esta ciudad, podrá visitar muchos destinos, como:
- Borgo Parrini, a solo 45 minutos en coche;
- Monreale, con su majestuosa catedral y su claustro, a menos de 30 minutos en coche;
- Cefalù, antigua ciudad de pescadores, con su impresionante paseo marítimo a una hora en coche de Palermo;
- A solo 10 kilómetros se encuentra Mondello, una localidad imprescindible de la zona y muy querida por los turistas;
- El sitio arqueológico de Segesta, más lejos que los demás porque está a una hora en coche de Palermo, pero realmente merece una visita.
Por último, a más de una hora y media en coche de Palermo hay una atracción natural maravillosa: la Reserva del Zingaro. Si es cierto que el camino es largo, es cierto que un día que pases aquí permanecerá para siempre en tus mejores recuerdos.
Palermo es mucho más, pero estamos seguros de que, a partir de Borgo Parrini hasta llegar a la Reserva del Zingaro, ¡su itinerario será fantástico!
Copertina: Giovani 2030
