Mattia Tedesco nos lleva a descubrir el río Po, regalándonos una fotografía magnífica con un anochecer que quita el aliento.
El Po no es solamente el río más latgo de Italia, si no un magnífico laberinto de agua que merece la pena recorrer lentamente si se quieren descubrir las preciosas localidades italianas de sus orillas.
En uno de los muchos viajes on the road, se pueden ver ciudades como Turín, Piacenza y Cremona, además de Moncalieri, Chivasso, Casale Monferrato y Ferrara.
Una ocasión única para visitar Italia o al menos una parte de ella, aquella que te puede hacer soñar y viajar al pasado.
¿Y que decir de las bellezas naturales que ofrece el río? Matteo nos ha permitido ver algunas de ellas gracias a su fotografía.
No por casualidad, las desembocaduras del Po son unas de las áreas de interés natural más importantes de Europa, llenas de oasis naturales.
Si al anochecer el Po provoca una serie de emociones indescriptibles, durante el día permite observar paisajes únicos y encantadores que se alzan sobre sus orillas como si fuesen en permanente contemplación de su belleza.
Y es por algunas de estas maravillas que nuestro fotógrafo hace una parada, para descubrirlas una a una montado en su bicicleta.
Uno de los mejores rcorridos es el del Parque de la Golena del Po, que desde Cremona llega a Casalmaggiore recorriendo 60 km de distancia.
A través del trayecto de Matteo nos zambullimos en barrancos, carreteras y otros elementos naturales de 9 localidades que van desde Cremona hasta Mantua y Parma.
En un segundo, los ojos pueden ver una realidad muy particular que cuenta la historia del gran río, desde los puestos de los pescadores hasta las barcas de madera.
Apenas ha iniciado su recorrido, atraviesa el Parque del Po y del Morbasco, caracterizados por cipreses a orillas del río.
Antes de llegar a San Daniele Po, sigue las indicaciones hasta el Monumento Natural Bodrio della Cascina Margherita y el Oasis “Le Margherite”, formado por dos espejos de agua.
Su camino prosigue atravesando la Isla Pescaroli hasta llegar a Motta Baluffi, donde se encuentra el fascinante Acuario del Po, con 70 piscinas que albergan a especies marinas de todo el río.
Pedaleando incansablemente, Matteo llega a Gussola, otro encantador pueblo del Po, y en el trayecto qque lo conecta a Martignana Po, nos muestra el Lancone di Gussola, una zona rodeada de cañaverales y sauces.
Otro pequeño esfuerzo para llegar a Bosco di Santa Maria y a Bosco dei Nascituri, donde hacer una parada para admirar la naturaleza es casi obligatorio.
Su recorrido termina en Casalmaggiore, pueblo en el que se debe hacer una visita a los Museos Diotti y Bijou, habiendo degustado antes los magníficos productos de la zona.
Y cuando el sol empieza a esconderse es el mejor momento para inmortalizar una escena realmente extraordinaria en la que las aguas del Po reflejan las últimas luces del día con un arcoiris de mágicos colores.