Parece ser que su nombre deriva de un nombre popular (Trivia) que era común en el siglo XII, o de las tres salidas de agua de la fuente original, (porque trevi deriva del latín y significa tres). Encargada por el Papa Urbano VIII, en 1640, a la ampliación de la plaza, el arquitecto de la Toscana y escultor Gian Lorenzo Bernini diseñó una nueva fuente orientado como el actual, la construcción de la cual se limita a una base de exedra con una cuenca frontal apoyada en los edificios y luego englobada por el Palazzo Poli. Sin embargo, la fase de construcción de la Fontana de Trevi se llevó a cabo por el papa Clemente XII, que en 1732 abrió un concurso para la construcción del gran monumento de agua, en el que participaron muchos grandes artistas. Entre los diversos proyectos presentados, el Papa eligió el arquitecto Nicola Salvi, que tomó la idea del Papa Urbano VII y de Bernini (narrar una historia a través de la arquitectura y la escultura). Ellos contaron la historia de L’Acqua Vergine, el antiguo acueducto romano construido por el arquitecto y político romano, Agripa. Acto seguido, la construcción fue completada por Giuseppe Pannini, que modificó parcialmente la roca mediante la regulación de las cuencas centrales.
Su tema de la composición es el mar. Con la forma de un arco de triunfo con un nicho profundo, la fuente desciende hacia la cuenca principal grande, con un gran acantilado en la roca, la cual viene a la vida por la representación escultórica de un gran número de plantas y por el flujo espectacular del agua. En el centro, se encuentra una gran estatua que representa el dios romano Océano que conduce un carro en forma de concha, tirado por un caballo enojado y otros en calma sujetados por dos tritones. Hay varias señales decorativas y figuras alegóricas relacionadas con los beneficios del agua que aluden a la historia del acueducto. Recientemente, la fuente fue objeto de una restauración hecha posible gracias a la iniciativa de Fendi for Fountains con el patrocinio de la casa de moda Fendi. Desde el 3 de noviembre del año pasado, sus aguas están fluyendo de nuevo después de 17 meses de trabajo.
Cómo olvidar que la fuente de Trevi ha sido el escenario de una escena maravillosa de la famosa película de Fellini La Dolce Vita en la que, Anita Ekberg envuelta en un vestido negro, se moja en las aguas de la fuente llamando a Marcello Mastroianni. Antes de marcharte no te olvides de tirar una moneda si deseas volver a Roma de nuevo. Si lo que estas buscando es amor, tal vez amor italiano, tira una, dos… y tres monedas a la fuente. Para encontrar el amor, la leyenda dice que deben lanzarse tres, ni una más ni una menos.