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Barrancos de Celano, cañones en la provincia de L’Aquila

Cruzando los AbruzosAbruzzo, la guía completa se pueden encontrar muchas localidades capaces de unir fascinantes lugares de interés histórico con sugestivos puntos donde la naturaleza ha realizado algo inimitable. Un ejemplo es el municipio de Celano, en la provincia de L’Aquila, que alberga el Castillo Piccolomini y donde, a poca distancia, se formaron las Gargantas de Celano. 

Celano se encuentra a unos 800 metros sobre el nivel del mar, en el interior de Abruzzo, no muy lejos de Avezzano. Inmerso en el verde de los Apeninos, es ideal para aquellos que quieren pasar unas vacaciones en serenidad, olvidando el estrés y el ajetreo de la vida cotidiana. 

Siglos de historia 

Cuando se nombra a Celano no se puede dejar de hablar de lo que es su monumento más importante. Nos referimos al Castillo Piccolomini, cuya construcción original data de finales del siglo XIV. Parece que originalmente el lugar fue elegido para la construcción de algunas fortificaciones por el emperador Federico II de Suabia más de 150 años antes de que comenzaran las obras.

Probablemente la posición estratégica ha hecho este punto particularmente importante, empujando al conde de Celano Pietro II Berardi a iniciar dicha construcción. Con el tiempo, sus sucesores han hecho algunos cambios, hasta hacer que la estructura sea lo que vemos hoy. Las partes originales del castillo todavía son visibles. 

Los siglos obviamente no han ahorrado al castillo algunos daños, algunos de los cuales fueron provocados por fenómenos de origen natural, como el terremoto de 1915. Posteriormente tuvieron la vía de las obras de restauración que se terminaron en 1960, varios años después del final de la Segunda Guerra Mundial. 

El Castillo Piccolomini hoy

El Castello Piccolomini no es solo un testimonio de la arquitectura medieval, sino que hoy representa un gran punto de interés para los amantes del arte de toda Italia y más allá. En nueve salas de la fortaleza se encuentra el Museo de Arte Sacro de Marsica. 

Se trata de una exposición notable, con hallazgos únicos en el mundo. Se han seleccionado elementos pertenecientes a diversos sectores artísticos. Va desde formas de arte más clásicas, como la escultura y la pintura, hasta expresiones intrínsecamente ligadas al mundo de la artesanía, como la orfebrería y el tejido. Los hallazgos provienen de épocas muy diferentes. Va desde testimonios del período altomedieval, que datan de los siglos VI y VII, hasta obras realizadas durante la Edad Moderna, hasta el siglo XVIII. 

El museo alberga, además de los objetos relativos al mundo del Arte Sacro, también la colección Torlonia, dedicada a algunos elementos que datan de la época romana. Son objetos y monedas muy antiguos, recuperados por pura casualidad mientras se llevaban a cabo trabajos para secar el lago Ficino. 

Si quieres visitar el Castillo Piccolomini y el Museo de Arte Sacro contenido en él puedes encontrar toda la información directamente en el sitio del municipio de Celano. 

Foto : turismo.comune.celano.aq.it

La naturaleza sabe cómo sorprender 

Después de pasar un día en el Castillo Piccolomini puede dedicarse a las maravillas que ofrece la naturaleza en los alrededores de Celano. Estamos hablando de las Gargantas de Celano, que forman parte del área de competencia del parque natural regional de Sirente – Velino.

Las Gargantas de Celano son el destino ideal para aquellos que aman explorar lugares lo más vírgenes posible, lejos de la civilización y la mano del hombre. Tienen la estructura de un cañón, y atravesarlo no es particularmente difícil, aunque algunos puntos son más empinados que otros. Son muchos los que cada año lo eligen para hacer un poco de trekking en compañía. 

Entre los diversos puntos que componen estas gargantas hay un desnivel de unos 500 metros, con el punto más alto, el llamado ápice, que supera los 1300 metros. A pesar de que la zona está dominada por la naturaleza, se pueden observar algunas huellas de estructuras anteriores hechas por el hombre, como la ermita de San Marco ai Casaleni, a la que se añadió el monasterio de San Marco. De ambos hoy solo se pueden ver restos. 

Cruzar las Gargantas del Celano te llevará a la fauna y flora del lugar. Desde el punto de vista de la fauna, las especies presentes son numerosas, como el halcón peregrino y el búho real. 

La mejor época para explorar estas gargantas es definitivamente en verano, pero la primavera y el otoño, en las semanas menos lluviosas y más cálidas, también son una buena opción. La humedad es un problema que no debe subestimarse, ya que podría hacer que el camino sea bastante resbaladizo. 

Cómo llegar a Celano

Llegar a Celano es muy sencillo. La ciudad está bien comunicada tanto por la autopista como por el ferrocarril. 

Para llegar a Celano en autopista hay que tomar la autopista A25 Torano – Pescara, donde está presente la salida Aielli – Celano. Desde allí solo tienes que seguir las indicaciones para llegar al municipio de Abruzzo. 

Si en cambio se decide viajar en tren el ferrocarril Roma – Pescara tiene una estación aquí, en el centro del pequeño pueblo, con el nombre de Celano – Ovindoli (estación de esquí muy conocida tanto en los Abruzos como en el Lacio).

Copertina: turismo.comune.celano.aq.it

Autore: Andrea Prosperi

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